Sevilla

La coronación de las familias

La Paz inicia hoy los fastos sin olvidar su obra social, centrada en el apoyo a matrimonios y núcleos familiares desestructurados

María Santísima de la Paz aguarda en su paso de palio en la parroquia de San Sebastián, antes del traslado de hoy hacia la Catedral
María Santísima de la Paz aguarda en su paso de palio en la parroquia de San Sebastián, antes del traslado de hoy hacia la Catedrallarazon

La Paz inicia hoy los fastos sin olvidar su obra social, centrada en el apoyo a matrimonios y núcleos familiares desestructurados

El Domingo de Ramos es una jornada familiar por excelencia. La ilusión y los nervios ante la presencia de los primeros nazarenos, las bandas y los pasos es bien visible en los rostros de los más pequeños, que llenan las calles junto a sus padres en un ambiente festivo. La hermandad de la Paz de Sevilla es quizás la cofradía que mejor encarna este cariz amable de la jornada inaugural de la Semana Santa, puesto que es el primer cortejo en dirigirse a la Catedral y cuenta entre sus filas con hermanos muy jóvenes. Incluso el recorrido invita al encuentro familiar, con lugares tan emblemáticos como el parque de María Luisa y la Plaza de España, que se llenan de colorido al paso de la comitiva. Por ello, en los fastos de la coronación canónica de la dolorosa de Illanes, «un momento único en la historia de la corporación», tal y como asegura su hermano mayor, Santiago Arenado, la hermandad no ha querido olvidarse de las familias.

Uno de los puntales de la amplia obra social de la coronación es el apoyo a la Fundación «Santa María Reina de la Familia», que coordina los cinco centros de orientación familiar (COF) de la archidiócesis. Estos dispositivos ofrecen servicios psicológicos, médicos y jurídicos a familias desestructuradas y con problemas. Además, sirven de soporte ante situaciones como rupturas matrimoniales y episodios de violencia o de adicciones de los descendientes. La hermandad sostenía exclusivamente el COF del distrito sur con un presupuesto de 8.000 euros. Ante este acontecimiento ha redoblado sus esfuerzos hasta llegar a los 40.000, por lo que se atenderán a cerca de 150 familias.

Otra de las iniciativas sociales –un aspecto fundamental a la hora de poner en marcha una coronación– es el proyecto Victoria, dirigido al autoempleo. «Damos préstamos a hermanos que quieran poner un bar, una papelería o desarrollar cualquier iniciativa empresarial», sostiene Arenado. Además, desarrolla el proyecto denominado «No sin alimentos», destinado a cubrir las necesidades primarias no sólo de los vecinos del Porvenir, sino del distrito sur. El objetivo es alcanzar los 12.000 euros en alimentos, en colaboración contras entidades sociales y caritativas.

Todas estas acciones corroboran que la Paz es una hermandad «muy viva», según Arenado, que se muestra orgullosa de este «reconocimiento público de la Iglesia a nuestra virgen». Echando la vista atrás, la coronación comenzó a gestarse hace una década, aunque entonces «no era un reclamo popular». Durante los preparativos del 75 aniversario fundacional, que se celebró en 2014, la junta de gobierno inició los trámites al constatar «la devoción enorme hacia la virgen, un tesoro que ni habíamos valorado». El arzobispo, Juan José Asenjo, estudió la solicitud y concedió este reconocimiento, siendo la primera coronación de la capital hispalense que lleva su sello. «Nos marcó el camino desde el principio y siempre nos ha ayudado, un recorrido que también ha sido de exigencia», sostiene el hermano mayor.

Lo que sí tenía claro la junta de gobierno es que no se iba a ejecutar una corona nueva, «por ética ni por estética». «No queríamos invertir tanto dinero en algo nuevo porque no están los tiempos para eso, además, nuestra corona es una joya de la orfebrería, obra de Juan Fernández diseñada por Joaquín Castilla, dos monstruos de la época».