Política

La crisis socialista le cuesta a Díaz el primer correctivo en la Cámara

PP e IU afean a la presidenta de la Junta que anteponga los problemas internos del PSOE a la gestión de Andalucía. Susana Díaz responde que «para que a esta tierra le vaya bien, le tiene que ir bien a España».

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, ayer en la sesión de control al gobierno. Al fondo, la presidenta de la Junta, Susana Díaz.
El presidente del PP-A, Juanma Moreno, ayer en la sesión de control al gobierno. Al fondo, la presidenta de la Junta, Susana Díaz.larazon

PP e IU afean a la presidenta de la Junta que anteponga los problemas internos del PSOE a la gestión de Andalucía. Susana Díaz responde que «para que a esta tierra le vaya bien, le tiene que ir bien a España».

El ex presidente Manuel Chaves puso de moda una frase a base de repetirla machaconamente hace diez años en plena carrera de la reforma estatutaria: «lo que es bueno para Cataluña es bueno para Andalucía y viceversa». La deriva independentista cambió el rumbo de esta expresión y también la relación de esta comunidad con el resto de España. Visto el transcurrir de los acontecimientos, está en cuestión que el ex presidente Chaves estuviera en lo cierto. Susana Díaz hizo ayer una suerte de «remake» del argumento de Manuel Chaves. PP e IU fueron las dos fuerzas más incisivas con la crisis socialista en la sesión de control al Gobierno. Todos los argumentos de la jefa del Ejecutivo giraron en torno al mismo principio de defensa: a Andalucía no le puede ir bien si no le va bien a España, y viceversa.

Era más que previsible que la situación interna que vive el Partido Socialista se colara en la Cámara autonómica. La presidenta andaluza no sólo participó en el tumultuoso Comité Federal del pasado fin de semana que acabó con la dimisión de Pedro Sánchez, sino que se ha señalado como una de las piezas claves para el derrocamiento del secretario general socialista y así allanar su propio camino hacia el liderazgo nacional del PSOE.

La situación actual de Díaz, con un pie en Andalucía y otro en Madrid, deja el discurso hecho a la oposición, que aprovechó la ocasión en la Cámara autonómica. Ciertamente lo mismo hicieron PP e IU, que fueron los dos grupos más críticos con la pretendida desatención de Susana Díaz a la comunidad.

«Andalucía y los andaluces se merecen la máxima dedicación», le afeó Juanma Moreno en su primera intervención, quien aprovechó asimismo la frase de Díaz de que es el momento de coser en el Partido Socialista para restañar las heridas de la crisis. «Lo que debe es hilar fino, porque no puede tener a Andalucía cogida con alfileres».

La presidenta de la Junta apostó por el tono duro, por un cuerpo a cuerpo con el líder del PP-A, al que acusó de no tener la cabeza en ningún sitio, de andar como pollo sin cabeza y hasta cuestionó sus aptitudes políticas: «No sé si es que actúa así porque no da más». La última sesión de control al Gobierno ya acabó con los diputados del PP abandonando el Pleno, ya que Díaz cerró su intervención acusando a Juanma Moreno de carecer de «educación, honestidad, honradez y vergüenza». Fue lo primero que le reprendió ayer el presidente del PP-A, pero Díaz, lejos de rectificar, volvió por la misma senda. Esta vez afeando la «piel fina» de Moreno frente a las críticas, y acusándolo de falta de «convicción» y de «valor». «De ambas cosas creo

que carece».

Ante las críticas de Juanma Moreno y del portavoz del grupo parlamentario de IU, Antonio Maíllo, la respueta de Susana Díaz fue la misma. Argumentó que está en la obligación de «arrimar el hombro» en un momento como el actual y unió la crisis en el Partido Socialista con la situación de casi 300 días sin Gobierno que se vive en España. «Puedo andar y mascar chicle al mismo tiempo», deslizó rememorando la crítica que le hacían al ex presidente Ronald Reagan. «Soy capaz de defender los intereses de Andalucía y de este país al que amo».

«Para que a esta tierra le vaya bien, le tiene que ir bien a España», le contestó Díaz a Antonio Maíllo, que reprendió a la presidenta andaluza que sus ocupaciones dentro del PSOE están haciendo mella en la gobernanza de la comunidad. Puso como ejemplo la tardanza en el pago de los planes de empleo a los ayuntamientos que se debería de haber producido –tal y como se comprometió el Ejecutivo– el pasado mes de septiembre. «Aquí se ha cogido usted los dedos», «el Gobierno lo único que cumple es el incumplimiento», señaló antes de tirar de la espoleta política, que era donde pretendía llegar Maíllo: «Nos preocupa que deje de concentrar sus energías en el Gobierno de la Junta», porque –según dijo– al final tiene una repercusión en un Consejo de Gobierno «inane» o en los planes que no se cumplen con los ayuntamientos.

Díaz confirmó que el pago de estos planes de empleo se materializará en este mes de octubre y, como Maíllo, también acabó dirigiendo sus críticas hacia el flanco político. «Cumplo mi palabra. Se han firmado las resoluciones y en cuestión de días se firmará el pago. Y mire usted, lo que no voy a hacer nunca es entregar a precio de saldo mi organización política». La presidenta andaluza se refería así a la concurrencia conjunta de Izquierda Unida y Podemos en las últimas elecciones.