Alumnos

La implantación de la segunda lengua amenaza también la clase de Religión

La parálisis del Ministerio hace prever que los contratos se prorrogarán otro año sin evaluar los efectos de la reducción de la carga lectiva

Hay alrededor de 2.000 profesores de Religión en toda la comunidad
Hay alrededor de 2.000 profesores de Religión en toda la comunidadlarazon

La parálisis del Ministerio hace prever que los contratos se prorrogarán otro año sin evaluar los efectos de la reducción de la carga lectiva

La Religión continúa siendo arrinconada por la Junta de Andalucía. La Consejería de Educación trasladó el pasado miércoles a los sindicatos CSIF, ANPE y USO su negativa tanto a dar marcha atrás a la reducción lectiva de la asignatura como a abrir una negociación que permita los profesores cumplir sus contratos con tareas complementarias como ha sucedido en Extremadura, en vez de estar de brazos cruzados hasta completar sus horarios como ha sucedido en aquellos centros que decidieron reducir a 45 minutos semanales la carga horaria. La Administración reitera que se ajusta al cumplimiento de la Lomce, con un agravante para el curso 2016-17, en el que la implantación de la segunda lengua extranjera en 3º y 5º de Primaria –en la mayoría de casos, francés– provoca que muchos centros opten por utilizar la asignación horaria que completaba los 90 minutos de Religión, haciendo uso de su propia autonomía.

En este sentido, Educación trasladó que no ha dado ninguna instrucción a los centros para volver a someter a votación la decisión del claustro o consejo escolar de mantener o reducir el horario de Religión. «Si algún director lo ha hecho ha sido haciendo uso de la potestad que se le da en favor de la autonomía del centro», explican. Según detalló Enrique Víboras, portavoz de ANPE, la Junta sigue sin ofrecer los datos solicitados hace meses sobre la reducción por centros de la asignatura. En esta ocasión se presentó en la reunión con datos globales que no permiten a los sindicatos acometer una negociación sobre las condiciones laborales del colectivo. Un profesorado que permanece en una incertidumbre total por la «parálisis» en el Ministerio de Educación –empleador– a consecuencia del Gobierno en funciones que se prolonga durante más de seis meses ya. Todo hace prever, por tanto, que los contratos se prorrogarán por segundo año sin conocer el verdadera impacto de la reducción de la carga horaria y con el agravante de que el número de profesores sin alumnos a los que impartir clase puede aumentar significativamente. «Sin que nadie se haya pronunciado, los contratos no se pueden variar», sostiene Víboras. En julio, una vez los directores de los centros realicen la planificación, se podrá medir la incidencia que tiene la implantación de la segunda lengua extranjera.

Secundaria, «en estudio»

Con respecto a Secundaria. ANPE, como siempre ha hecho, pidió que no se redujera la carga horaria en tercero de ESO y que se mantuvieran las dos horas que actualmente se vienen impartiendo. «La Consejería se negó a ello, aunque sí se mostró receptiva a estudiar la situación una vez se conozcan los datos de matriculación que va a empezar los próximos días, para ver el impacto que puede tener la medida adoptada y las consecuencias laborales que ello puede acarrear».

Sobre el asunto del Master en pedagogía para el profesorado de Religión, la Consejería considera imprescindible un pronunciamiento del Ministerio de Educación que pudiera homologar la actual DECA, con la necesaria formación pedagógica y didáctica. «Es una cuestión que preocupa a ANPE y por este motivo nos hemos dirigido al Ministerio para que se pronuncie cuanto antes sobre este asunto», señaló Enrique Víboras. La Consejería se comprometió con las organizaciones sindicales presentes a convocar una reunión una vez se conozcan los datos de matriculación del alumnado de Secundaria y Bachillerato.