Sevilla

La Junta autoriza a las monjas de Santa Inés a restaurar el órgano pero mantiene la multa de 170.000 euros

La Razón
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La delegación de las Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en Sevilla ha autorizado a las monjas clarisas del convento de Santa Inés a que terminen la restauración del órgano del siglo XVII iniciada a principios de año, aunque mantiene la sanción de 170.000 euros contra ellas.

Fuentes de la delegación han indicado a Efe que la comisión provincial de patrimonio ha dado el visto bueno a este proceso de restauración, que desarrolla la Fundación Alqvimia Musicae, tras el escrito presentado por las monjas, aunque “de forma paralela” sigue adelante el proceso de sanción que se les comunicó el pasado sábado.

La sanción se ha impuesto a raíz de la visita de unos técnicos de la Junta al convento el pasado 17 de octubre, donde comprobaron que faltaba de su ubicación, según recoge el escrito, que detalla que se multa a las monjas por una presunta infracción “al haber trasladado el órgano” al taller de restauración de Jorge Anillo, en la localidad sevillana de Alcalá del Río, “sin la notificación previa a la Consejería competente en materia de patrimonio histórico”, lo que supone 20.000 euros de multa.

Los 150.000 restantes se producen por “estar llevando a cabo la restauración integral del órgano y de todos sus elementos sonoros y mecánicos sin la autorización previa de la Consejería competente en materia de patrimonio histórico”.

Desde la Junta se ha concretado que “lo que se ha abierto contra la monjas es un expediente administrativo, contra el que pueden formular alegaciones o bien pagar antes de diez días con un descuento del 20 por ciento”, aunque las religiosas han puesto este asunto en manos de un abogado sevillano para intentar frenar la multa.

El órgano es obra de Pérez Valladolid del siglo XVII, que es un Bien de Interés Cultural (BIC) de la Junta de Andalucía desde 1983, no en sí mismo, sino al estar incluido en el convento declarado como tal, según recoge el mismo escrito.

Se trata de un instrumento con una caja decorada con dibujos y estofada en oro y plata, que tuvo una importante reforma según la moda de la época en 1903, que, según la Fundación, no fue muy acertada, pues implicó la sustitución del teclado original y la destrucción del lateral izquierdo de la caja para colocarle una ampliación de mecanismos y tubería no original.

La restauración se realiza gracias a un convenio con el priorato del monasterio, en la que la fundación se ha hecho cargo del 75 % del importe total, con un equipo de especialistas cuyo director ha realizado restauraciones en la diócesis de Sevilla, la catedral de Jerez de la Frontera o el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.