La Junta cifra en un 75 por ciento la ocupación de los hospitales malagueños

El discurso que mantiene la Junta de Andalucía en materia sanitaria choca frontalmente con la percepción ciudadana, de ahí la fuerte contestación social que ha aflorado en los últimos meses contra los recortes asistenciales y las fusiones hospitalarias. Lejos de reconocer la falta de efectivos, las largas listas de espera o la saturación en las urgencias –especialmente agravada estos días por los problemas de salud derivados de las bajas temperaturas–, el Gobierno andaluz sigue negando las deficiencias y hace un cuestionable diagnóstico de la situación, a tenor de las insistentes denuncias de los profesionales y pacientes. El último capítulo de este desencuentro entre la realidad y el discurso oficial es una respuesta parlamentaria del consejero de Salud, Aquilino Alonso, a la diputada del PP Esperanza Oña, quien preguntó si la Junta tenía previsto aumentar el número de camas hospitalarias en Málaga y si existía algún proyecto en este sentido «a corto o medio plazo», puesto que en los últimos 25 años «no se ha abierto ningún hospital en la provincia» mientras que el número de habitantes, en el mismo periodo de tiempo, «ha aumentado en medio millón de personas».

La respuesta de Alonso no puede ser más definitoria: «Durante el periodo 2010-2014 la ocupación de los hospitales malagueños fue inferior al 75 por ciento, lo que expresa que dan respuesta a la demanda asistencial de la población». De esta manera, no contempla la construcción de un tercer hospital en la capital de la Costa del Sol, muy demandado para dar cobertura a las necesidades de los malagueños y la amplia población flotante que registra la provincia durante los meses veraniegos.

En la respuesta, Alonso enumera los grandes centros sanitarios públicos existentes en la provincia, como el hospital regional, el Clínico Virgen de la Victoria, el de la Costa del Sol, el de Ronda, Antequera y Axarquía, el de alta resolución de Benalmádena y el del Valle del Guadalhorce. Y desmiente a Oña asegurando que «algunos de ellos se han puesto en marcha en los últimos 25 años, y no como se plantea en la exposición de motivos». En todo caso, el titular de la Consejería de Salud asegura que «el Gobierno andaluz se plantea mejorar los porcentajes de ocupación como referente de la actividad asistencial».

Málaga, precisamente, ha salido recientemente a la calle de forma masiva en dos ocasiones para reclamar mejoras en la atención sanitaria. La última protesta tuvo lugar el pasado domingo, compartiendo jornada reivindicativa con Granada, Huelva y Sevilla. Esta marcha congregó a 5.500 malagueños, según la Policía Nacional, aunque la organización apuntó que se alcanzaron los 30.000 asistentes. La plataforma «Málaga por una sanidad digna», que lidera el profesor Jonathan Andrades y que cuenta con un grupo en Facebook con más de 5.000 miembros, ha venido denunciando que Málaga es la provincia española «con menos camas públicas y enfermeros por habitante», además de ser la provincia andaluza «con la lista de espera más larga para operaciones». La «descompensada políticas de recortes» aplicada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) «ha ocasionado la pérdida de 2.000 puestos de trabajo», según la plataforma, convirtiéndose la provincia en el «banco de pruebas para la privatización de la sanidad». Junto al tercer hospital, el colectivo reclama los chares de Mijas y Estepona, además de «normalizar el funcionamiento» del Valle del Guadalhorce. También la «puesta a punto y renovación» de los hospitales Civil, Materno, Carlos Haya y el Marítimo de Torremolinos.

Huelva critica el refuerzo

En Huelva, después de que el pasado jueves la dirección del Complejo Hospitalario de Huelva anunciara un «intenso plan de refuerzo» que incluye «más efectivos» y «distintas medidas de reorganización de la asistencia», la plataforma «Huelva por una sanidad digna» puso en duda estas previsiones. Según Julia Paloma Hergueta, la convocante de las dos masivas manifestaciones, se han realizado 44 contratos del 15 al 31 de enero, en concreto 21 auxiliares, dos celadores y 21 enfermeros, contratos que «no han servido para cubrir las actuales necesidades, y eso que todavía no ha llegado el pico máximo de gripe». Puntualiza también Hergueta que no se ha formalizado la contratación de ningún médico. Todo ello después de que se cerraran un total de 96 camas.

El pasado verano, tras publicarse los datos de las listas de espera, la dirección anunció un plan de choque para reducirlas. Entonces, se comprometió a contratar a diez médicos. «Tan sólo se formalizaron tres contratos», recuerda la plataforma.