Presupuestos autonómicos

La Junta de Andalucía carga otra vez contra el Gobierno y lo acusa de poner en riesgo 18.000 empleos

El cierre adelantado de los Presupuestos Generales del Estado anticipa un nuevo episodio de confrontación pese a que aún no hay conformado un nuevo Ejecutivo ni se ha desterrado la posibilidad de unas terceras elecciones

El portavoz de la Junta y el consejero de Empleo, ayer, tras el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía
El portavoz de la Junta y el consejero de Empleo, ayer, tras el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucíalarazon

El cierre adelantado de los Presupuestos Generales del Estado anticipa un nuevo episodio de confrontación pese a que aún no hay conformado un nuevo Ejecutivo ni se ha desterrado la posibilidad de unas terceras elecciones.

Si finalmente Mariano Rajoy es investido de nuevo presidente del Gobierno, la Junta de Andalucía ya tiene claro que no abandonará la estrategia de la confrontación de la que tanto rédito electoral ha obtenido en los últimos años. El último desencuentro entre el Gobierno central –en funciones– y el andaluz viene a cuenta del cierre adelantado de los Presupuestos Generales del Estado.

El Gobierno en funciones ha adelantado al día de hoy –según la Orden publicada en el Boletín Oficial del Estado– las operaciones de cierre del ejercicio 2016 relativas a la contabilidad del presupuesto de gastos y operaciones no presupuestarias tanto en la Administración General del Estado, como en los Organismos Autónomos del Estado, Agencias Estatales y otros Organismos públicos. El motivo para esta decisión es hacer efectivos los compromisos adquiridos con la Comisión Europea para asegurar el cumplimiento de los objetivos de Estabilidad Presupuestaria y minimizar la posible multa a España por el incumplimiento de 2015. El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, ha cifrado en 1.000 millones en todo el Estado el impacto de esta medida; en la Junta de Andalucía lo elevan a casi 2.500 millones sólo en la región.

El portavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, elevó ayer las consecuencias de este cierre presupuestario. Y lo hizo alertando de que puede suponer un «impacto negativo» de 18.000 empleos poniendo «en riesgo, no solo los derechos de los ciudadanos, sino también las oportunidades de bienestar y de mejora de calidad de vida».

El cierre adelantado del Presupuesto es un mecanismo utilizado por todas las administraciones públicas, especialmente en estos años de crisis económica y de obligaciones de cumplimiento del objetivo de déficit. La propia Junta de Andalucía lo ha llevado a cabo para evitar gastos y no desviarse en exceso de los compromisos adquiridos de estabilidad presupuestaria.

Anticipar el fin de los presupuestos autonómicos ha sido una constante en los últimos años. El Gobierno andaluz se ha referido a la medida en más de una ocasión como una mera «cuestión contable» que se limita a «interrumpir los pagos reconocidos para incorporarlos al nuevo ejercicio».

Las dudas de la Junta se centran en los programas cofinanciados y las inversiones, ya que las transferencias relativas al sistema de financiación no se verán afectadas. En estos programas que aún deben materializarse se centran las sospechas del Ejecutivo andaluz y la posible merma de 2.489 millones de euros.

El PP andaluz, a través de un comunicado de la vicesecretaria de Acción Política y Municipal, Ana Mestre, desmintió a la Junta y aseguró que «Andalucía no va a perder dinero ni empleo».

El «alarmismo», técnica que utilizó Griñán

El «alarmismo» del portavoz de la Junta tampoco es nuevo. En agosto de 2012, el entonces presidente andaluz José Antonio Griñán –Susana Díaz era consejera de Presidencia– protestó por el techo de gasto impuesto por el Gobierno que limitaba el endeudamento de las regiones para la elaboración de las cuentas de 2013: «O cerramos 19 hospitales, todos los de Andalucía; o despedimos a 60.000 empleados públicos; o cerramos la mitad de los colegios –unos dos mil–, o será imposible elaborar un presupuesto en el que recortar los 2.735 millones de euros menos que tendrá como consecuencia del límite de endeudamiento impuesto por el Gobierno para 2013». Igualmente, el PSOE se volcó en una campaña contra el Ejecutivo central, auspiciada desde la Junta, que en 2013 no cerró hospitales ni colegios, aunque sí tuvo que hacer ajustes.