Déficit autonómico

La Junta se enroca frente al ajuste que pide el Gobierno

Carmen Crespo (PP) a la consejera de Hacienda: «No decir la verdad con el déficit se ve que es un signo de identidad del PSOE»

La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, ayer en la Cámara
La consejera de Hacienda, María Jesús Montero, ayer en la Cámaralarazon

Carmen Crespo (PP) a la consejera de Hacienda: «No decir la verdad con el déficit se ve que es un signo de identidad del PSOE».

La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, compareció ayer en la Cámara autonómica para dar cuenta de las negociaciones en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que se celebró el pasado 15 de abril con el telón de fondo de las nuevas exigencias del Ministerio de Hacienda a las comunidades para ajustarse a los objetivos de estabilidad presupuestaria marcados por Europa.

Montero insistió ayer en que Andalucía no va a llevar a cabo ningún tipo de ajuste, ya que comprometería la prestación de servicios básicos en sanidad, educación o políticas sociales. «El Gobierno andaluz desde el primer momento ha dicho que de ninguna manera aplicará una nueva restricción, que afecta a los pilares del estado del bienestar», deslizó la consejera del ramo.

El recorte de 600 millones exigido por el departamento de Cristóbal Montoro está directamente relacionado con el incumplimiento del objetivo de déficit por parte de la comunidad en 2015. Andalucía –siguiendo la misma estrategia que el año pasado– avanzó en un primer momento que se había quedado a una décima del umbral de cumplimiento, cifrado en el 0,7 por ciento. Sin embargo, cuando la Intervención General del Estado acabó de chequear los datos a finales de marzo para enviarlos a la UE se encontró con un desequilibrio del 1,13 por ciento.

Al Gobierno se le ha desbocado el déficit, pese al margen adicional arrancado a Bruselas. El conjunto de las administraciones debió cerrar 2015 en el 4,2 por ciento, aunque se elevó finalmente hasta el 5 por ciento. Esto es lo que obligó al Ejecutivo central a aprobar un acuerdo de no disponibilidad presupuestaria de 2.000 millones de euros, equivalente a dos décimas del PIB. Montero prefirió hablar de recortes para llamar a cada cosa por su nombre. «El acuerdo de no disponibilidad es una forma fina de decir recorte de gasto público».

No obstante, conviene recordar que Andalucía también ha aprobado acuerdos de no disponibilidad presupuestaria en fechas recientes. Ocurrió por ejemplo en abril de 2012. El Consejo de Gobierno andaluz retuvo 2.696,8 millones de euros que fueron la base del fuerte plan de reequilibrio económico financiero 2012-2014 que se puso en carga después de que a la Junta se le desbocara el déficit en 2011, el año previo a las elecciones autonómicas de 2012, que apuntaban a un cambio de gobierno que finalmente no se produjo.

La portavoz parlamentaria del PP, Carmen Crespo, dirigió las críticas más duras contra la consejera de Hacienda. «No decir la verdad con el déficit se ve que es signo de identidad del PSOE», deslizó la dirigente popular, recordando que la primera estimación de la Junta fue un 0,8 por ciento de déficit en 2015. Crespo tiró de hemeroteca para traer al estrado el desfase económico que dejó Rodríguez Zapatero en 2011 y que la Junta, durante la crisis, sólo ha cumplido el déficit en 2013 y porque el Gobierno ofreció un techo especial para las comunidades en peores condiciones como Valencia y Cataluña. «Con la flexibilidad se le ha acabado la confrontación con el déficit», dijo en referencia al aumento de cuatro décimas que ha autorizado el Gobierno para este año.

Montero, sin embargo, se quejó de que el Gobierno ha puesto «el pie en el cuello» a las comunidades para «restringir el gasto público». Volvió a insistir, asimismo, en la reforma del sistema de financiación autonómica.