Autonomías

La oposición exige «participación» en la elección de los galardones del 28F

Los grupos denuncian el «uso partidista» de las medallas por parte de la presidenta y del PSOE-A para su «asalto a Ferraz»

La portavoz popular en el Parlamento, Carmen Crespo, junto a la diputada Catalina García
La portavoz popular en el Parlamento, Carmen Crespo, junto a la diputada Catalina Garcíalarazon

Los grupos denuncian el «uso partidista» de las medallas por parte de la presidenta y del PSOE-A para su «asalto a Ferraz»

Hasta la Asociación de la Prensa de Sevilla se ha visto obligada a alzar la voz con las medallas de Andalucía y mostró su «desacuerdo con la decisión del Gobierno andaluz», en concreto, con la otorgada –sin cuestionar «la valía ni los méritos profesionales»– a quien «siguiendo una estrategia empresarial ha dirigido el cierre de la edición andaluza en papel del periódico El País y de su delegación en Andalucía. Esta medida ha supuesto el despido de un elevado número de profesionales muy cualificados y ha dejado a la ciudadanía de nuestra comunidad huérfana de un periodismo bien hecho, a la vez que ha mermado sensiblemente la presencia de Andalucía en el contexto nacional». Los grupos de la oposición en el Parlamento fueron más allá y denunciaron el uso partidario del 28F para favorecer aspiraciones personales.

La portavoz del PP-A en el Parlamento, Carmen Crespo, denunció la «utilización partidista» del Día de Andalucía por parte de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y del PSOE-A, y reclamó la participación de los grupos políticos en el nombramiento de los Hijos Predilectos y la concesión de las Medallas de Andalucía. Crespo tachó de «partidista» el manifiesto que el Consejo de Gobierno aprobó con motivo del 28F y señaló que no todos los andaluces se sienten «representados». Crespo señaló que se utiliza en este manifiesto «la parte más antigua del PSOE-A: el agravio constante a Andalucía por parte del Gobierno central sin ningún tipo de autocrítica», y que la presidenta «vuelve a confundir» su cargo institucional y orgánico.

Por su parte, la presidenta del grupo parlamentario de Podemos Andalucía, Carmen Lizárraga, señaló que es «intolerable» que la presidenta «use símbolos andaluces para asaltar Ferraz». Lizárraga denunció que el PSOE-A hace un uso «partidista y personalista» de esta efeméride, «algo que viene haciendo tradicionalmente apropiándose de nuestra identidad y de nuestras instituciones». Lizárraga recordó a Díaz «lo que ella misma suele decir a otros partidos, que Andalucía no es suya».

El presidente y portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos (C’s) en Andalucía, Juan Marín, reclamó al Gobierno andaluz que los partidos de la oposición puedan participar en la designación de los premiados. Marín lamentó que los nombramientos se hagan sin la participación del resto de grupos parlamentarios, de ahí que solicite al Ejecutivo de Susana Díaz que se pueda «dar más participación y tener en cuenta la opinión del resto de los andaluces» pues «no hemos tenido oportunidad de hacer ningún planteamiento».

El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, defendió «un modelo participativo» para la elección de las Medallas de Andalucía y señaló que el actual modelo que se sigue está «sobrepasado por la exigencia de una participación activa de la ciudadanía».

Maíllo calificó como una «buena noticia» los títulos de Hijos Predilectos de Andalucía concedidos este año al poeta Luis García Montero y la actriz María Galiana, que a su juicio encarnan unas «trayectorias dignas de premio», y subrayó que las Medallas de la comunidad constituyen una distinción de la de que quienes las reciben «se tienen que sentir orgullosos», pero resaltando que «deben ser unas Medallas del pueblo andaluz».

Maíllo añadió que el Gobierno de la Junta «representa a una correlación de fuerzas que en estos momentos es absolutamente minoritaria». IU se mostró preocupado en vista de que «el proceso de selección no sea de llamadas a determinadas terminales de Andalucía amigas del Gobierno andaluz para que le sugieran nombres». «Es cierto que intentan ver que haya una cierta pluralidad, pero el método está absolutamente sobrepasado por la exigencia de participación activa de la ciudadanía y la existencia de tecnologías de información y de la comunicación que permiten de manera electrónica la presentación de candidaturas para que sean validadas en procesos de consultas», señaló Maíllo.