Andalucía

La Toma aún divide a Granada

El ceremonial de la fiesta de la Toma de Granada con su liturgia cívico-religiosa se suma, desde hace ya algunos años, a las protestas a favor y en contra de la celebración de la conmemoración de la conquista
El ceremonial de la fiesta de la Toma de Granada con su liturgia cívico-religiosa se suma, desde hace ya algunos años, a las protestas a favor y en contra de la celebración de la conmemoración de la conquistalarazon

Medio milenio después, la unidad no es total. Aunque la mayoría permanece ajena, las minorías siguen enfrentadas. Granada celebró ayer el 522 aniversario de la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos, un aniversario que volvió a enfrentar a partidarios y detractores de la fiesta, marcada por la presencia de grupos marginales de extrema izquierda y derecha.

El ceremonial de la fiesta cívico-religiosa y los enfrentamientos entre detractores y partidarios de la Toma comenzaron con la salida del cortejo alrededor de las 11:00 desde la Plaza del Carmen, donde se concentró medio centenar de nacionalistas andaluces y ultras de derecha ante una fuerte presencia policial. La plaza se llenó de banderas andalucistas y otras preconstitucionales y se escucharon abucheos a la comitiva, en la que iban los concejales del equipo de Gobierno, del PP, junto a la concejal de UPyD, Mayte Olalla, mientras que no asistieron los ediles del PSOE e IU.

Acompañados de los figurines ataviados con trajes de época de los últimos seis siglos, entre ellos un musulmán, la comitiva se dirigió hasta la Capilla Real, donde se celebró una eucaristía que este año no presidió el arzobispo de Granada, Javier Martínez. La comitiva realizó una ofrenda floral en la Capilla Real, donde se tremoló el pendón, una réplica del confeccionado por Felipe II en 1619 sobre el modelo original con el que los Reyes Católicos entraron en la ciudad. Durante todo el acto, grupos de extrema derecha convocados por Falange, Alianza Nacional y España en Marcha corearon consignas como «España cristiana, nunca musulmana» y pidieron que los extranjeros, a los que culparon de «violar a nuestras mujeres y quitarnos el trabajo», vuelvan a sus países. En el otro lado de la plaza, los concentrados de izquierdas reivindicaron la independencia de Andalucía y abuchearon al otro bando al grito de «fascistas y fachas» coreando consignas como «los genocidios no se celebran» o «Mariana sí, la Toma no». Cerca de 300 personas permanecieron divididas en estos dos grupos en la Plaza del Carmen sin que se produjeran incidentes. A la llegada de la comitiva municipal, sobre las 13:30, se interpretaron los himnos de Granada, Andalucía y España, momento en el que el volumen de las protestas creció y en el que algunos de los asistentes ataviados con banderas preconstitucionales corearon la letra franquista del himno nacional. El concejal de Juventud, Juan Francisco Gutiérrez, se encargó de tremolar el pendón desde el balcón del Ayuntamiento, momento en el que repitió tres veces el rito de «Granada» a lo que los asistentes respondieron el tradicional «¿Qué?». El edil popular cerró el ceremonial repitiendo la leyenda «Granada, Granada, Granada, por los ínclitos Reyes de España don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla. Viva España. Viva el Rey. Viva Andalucía. Viva Granada». Al terminar la ceremonia, los congregados en la Plaza del Carmen se disolvieron entre algunos gritos pero sin más incidentes.

De manera alternativa, la Plataforma Granada Abierta celebró el día «Mariana sí, la Toma no» para pedir al Ayuntamiento que cambie la fiesta local al 26 de mayo, día de Mariana Pineda, la heroína liberal del siglo XIX. Al acto acudió el ex Defensor del Pueblo Andaluz y presidente de la Asociación Voluntarios por otro Mundo, José Chamizo, quien calificó de «peligrosa» la celebración del Día de la Toma, ya que actúa como efecto llamada para concentrar a la extrema derecha frente a los inmigrantes.