Sevilla

Las dos caras de una moneda (II)

La Razón
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Les dejaba ayer con la gran alegría de los éxitos de los médicos españoles a escala planetaria. El primer lugar en méritos de este récord aparecen las personas que trabajan en los centros públicos, desde el director al último ayudante, a esos grandes equipos que han conseguido la excelencia en su trabajo. Pero también habrá que reconocer que efectivamente la sanidad pública algo tendrá que ver en este éxito, al igual que con toda justicia criticamos sus carencias. En esa búsqueda de buena noticias me topé con la cruz de la moneda. Justo en las mismas fechas de la cara buena de la sanidad española, eran noticia en todos los medios del mundo las terribles imágenes de una mujer mayor, totalmente desorientada, que en medio de un temporal andaba alrededor de un centro médico con una bata de enferma y una pequeña manta sobre los hombros. Había sido expulsada del centro médico al no tener dinero para pagar su tratamiento. Ante el monumental escándalo que se formó, el sanatorio se acogió a un error, que se aclararía debidamente, cuando es sabido que este trato es frecuente. No era en Gambia, ni en Haití, ni en Yemen o cualquier nación a las que el presidente Trump califica de países de mierda. Era en una ciudad del primer país del mundo. Por cierto, señor presidente, ¿no es este drama propio de países de mierda? Pero vamos a terminar con la cara buena. El domingo fui al Teatro de la Maestranza. Cuántos momentos maravillosos he pasado en este lugar en los veintisiete años que lleva dando vida cultural a Sevilla. Disfruté con la última representación del ballet Don Quijote, interpretada por la compañía nacional de danza. Los críticos ya hicieron su trabajo. Por cierto, todos coincidieron en la absoluta perfección del montaje, por eso yo les voy a contar el gozo enorme que sentí durante toda la representación. Felicitar a todos los que forman nuestra compañía de danza clásica y personalmente dar las gracias al director José Carlos Martínez por su maravilloso regalo, que es este gran espectáculo.