Literatura

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Lecturas para enfrentarse al otoño

Humor, memoria y una novela de intriga para olvidar el estío

Lecturas para enfrentarse al otoño
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Humor, memoria y una novela de intriga para olvidar el estío

a hay varios signos que anuncian que el tiempo veraniego toca a su fin. El murmullo infantil de las mañanas escolares, la lenta agonía de los días frente a la noche cada vez más temprana, el moreno que se queda en las toallas como triste recuerdo de los baños, el hueco insalvable en la cuenta corriente tras les excesos, merecidos desde luego, al borde del mar. La felicidad de este paréntesis achicharrante se acaba para dejar paso al otoño con sus metáforas sobre el paso del tiempo, la tristeza de lo perdido y los colores cálidos. Romanticismo inútil si no quieren caer en la depresión de pasear bajo el chasquido de las hojas caídas de los árboles. Lo bueno es que las editoriales se lanzan a mostrar sus novedades y siempre se puede pescar una interesante pieza en este revuelto río libresco de mediados de mes.

Arrancamos con una obra capital para enfrentarse a las cuestiones que permiten entender el mundo actual en el que nos movemos. «La lucha por el poder. Europa 1815-1914» (Crítica) analiza de manera sorprendente y entretenida las transformaciones a las que se vio sometido el continente desde la caída de Napoleón hasta el comienzo de la I Guerra Mundial. Su autor Richard J. Evans, regius professor de Historia en la Universidad de Cambridge hasta 2014, describe guerras, revoluciones, la construcción y caída de imperios, el nacimiento del colonialismo, en suma, nos acerca hasta el corazón mismo de ese magma aún por definir que se llama Europa. Una de las bondades que presenta el tomo de más de 1.000 páginas radica en su práctica estructura, que permite acercarse a uno u otro episodio histórico sin necesidad de afrontar la totalidad de la obra de una manera lineal. Habl,a entre otras cosas (impagable la descripción de la vida cotidiana de los europeos a pie), del concepto de la «primavera europea». Útil para comprender la separación y las consecuencias de las fechas 1848-2010.

Otro ensayo sobre guerras, choque de civilizaciones y conflictos actuales: «Las guerras de Granada» (Ariel), de Luis Suárez, se retrotrae al último conflicto bélico librado por las tropas de los Reyes Católicos para acabar la Reconquista. El autor se centra, por eso el plural, en los enfrentamientos vividos en la península entre los siglos XIII y XV, que minan un situación de equilibrio mantenido en las centurias posteriores.

La editorial El Paseo rescata otra de las joyas escritas por Washington Irving tras editar el año pasado «Vieja Navidad». En esta ocasión ,los lectores volverán a entrar en los vetustos salones donde campa el mejor humor británico de mediados del siglo XIX. «En casa de los Bracebridge (Los humoristas)» rescata a ese conjunto de personajes de vidas pintorescas que sólo pueden darse en las campiñas inglesas. Editado en 1822, ahora llega acompañado de las ilustraciones de Randolph Caldecott que le aportan un sutil plus de autenticidad. El libro está plagado de guiños a eso llamado «humor inglés», que tan mal entendido ha sido tradicionalmente. Por las pequeñas historias que componen el volumen pasan personajes irrepetibles, a cada cual más disparatados, que son vistos con la ternura y la comprensión del autor del celebérrimo «Cuentos de la Alhambra». Propietarios que no mandan, clérigos insistentes, amas de llaves inflexibles, criadas curiosas, tíos desnortados pero más lúcidos que los cuerdos, junto con los habituales animales y naturaleza tan necesarios para comprender lo «british».

Otra recuperación. En este caso, la que Seix Barral hace de un libro que pasó inadvertido en 2013 para los lectores españoles y que ahora retorna con el aval de haber sido publicado con éxito en Italia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Corea, Rumanía, Holanda y Japón. «El niño que robó el caballo de Atila» es la historia de dos hermanos que se encuentran metidos en un pozo del que no pueden salir. La única certeza que les queda surge del impulso natural que les obliga a estar aferrados a la esperanza. Una narración rotunda y directa que ya ha conquistado a varias productoras cinematográficas que se han hecho con los derechos para su adaptación al cine, y al dramaturgo Hywel John que quiere llevar el libro a los escenarios. Los protagonistas, «El Grande» y «El Pequeño» enganchan desde la primera línea, en una novela asombrosa de poco más de cien páginas que se lee sin aliento.

El universo «collabo» no es sólo una mancha que se queda ante las fronteras francesas y menos cuando se habla de los propios alemanes. Doloroso por varias razones es el testimonio en primera persona de Fritz Thyssen en «Yo pagué a Hitler», que acaba de editar por vez primera en España Renacimiento. Su historia, casi desconocida hasta el momento, es la del principal industrial del acero en la Alemania vencida y humillada después del Tratado de Versalles que se queda asombrado por Hitler durante un discurso en 1923. Desde entonces se convierte en uno de los principales mantenedores del partido nazi hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Las memorias fueron escritas en el París ocupado de 1940 en colaboración con el periodista Emery Reves y fueron publicadas en 1941 en EE UU. Para entonces, ya había sido expulsado del partido y estaba confinado en un campo de concentración a las afueras de Berlín. Para comprender mejor la relación Thyssen-Hitler, el volumen cuenta con un interesante prólogo de Juan Bonilla. También bajo el mismo sello aparecen las memorias de Luis Carnés, «De Barcelona a la Bretaña francesa», en las que narra los últimos meses de estancia en la Cataluña de la Guerra Civil, su paso al país vecino y su internamiento posterior por las autoridades galas. Inéditas, dan cuenta de la trayectoria de una mujer encuadrada dentro de las «prosistas» de la Generación del 27 que desarrolló una amplia producción narrativa en los años previos a la contienda, pese a su formación autodidacta.