Junta de Andalucía

Los hospitales de Granada tienen un déficit de 340 profesionales

Los sindicatos acusan a la Junta de incumplir lo pactado ante la «alarmante precariedad» sanitaria

El consejero de Salud, Aquilino Alonso, en el Parlamento andaluz
El consejero de Salud, Aquilino Alonso, en el Parlamento andaluzlarazon

Los sindicatos acusan a la Junta de incumplir lo pactado ante la «alarmante precariedad» sanitaria

La Junta quiere limpiarse la mancha sanitaria de Granada pero ésta no acaba de salir. Cuatro sindicatos CSIF, CC OO, Satse y UGT, denunciaron ayer que el Gobierno andaluz ha vuelto a «incumplir» sus compromisos y la «alarmante precariedad» en la que se encuentran los hospitales granadinos. El responsable del sector de Sanidad de la primera de esas organizaciones sindicales, Victorino Girela, detalló ayer a LA RAZÓN los motivos por los que han vuelto a la carga. Todo se remonta al pasado 23 de diciembre, cuando los sindicatos llegaron a un acuerdo con la Administración regional, siendo aún la directora gerente del complejo hospitalario de Granada Cristina López, quien luego dimitiría. El pacto incluía, entre otros puntos, la realización de un estudio para determinar si hacían falta profesionales para cubrir las necesidades de la ciudadanía con todas las garantías de seguridad y en qué número. Fue ratificado el 8 de febrero de este año por la sustituta de López, Pilar Espejo, y por el nuevo gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Mariano Martín.

Esa radiografía inicial, llevada a cabo por las cuatro organizaciones sindicales y la dirección gerencia en los dos hospitales de la capital granadina, arrojó una cifra: el déficit de personal a cubrir pasaba por «340 profesionales», explicó Girela, de los que «213» deberían integrarse en el «ámbito sanitario» y los «127» restantes en las áreas de «gestión y servicios».

El plazo para hacer esas contrataciones «acabó el 31 de marzo» pero mayo ya ha arrancado «y no se ha incorporado a nadie», lamentaron fuentes sindicales.

El representante de CSIF matizó que de momento, «sólo se han reforzado las urgencias con algo más de 70 profesionales» y se ha tomado alguna otra medida como la formalización de interinidades, pero que «no son un refuerzo de plantilla en sí, sino que obedece, en este caso, al cumplimiento de una sentencia judicial. No son nuevos contratos, ya estaban», recalcó. Y hay más. Justo ayer llegó a oídos de los delegados sindicales que «en Sevilla se habían autorizado 90 contrataciones», pero éstos no tenían al cierre de esta edición constancia de ese desembarco. «Y aunque llegaran», planteó Girela, «lo harían tarde y mal». A su juicio, la cifra de los 340 empleados más corresponde al «refuerzo de plantilla mínimo necesario para poder mantener los servicios de los dos hospitales sin una carga de trabajo excesiva para los profesionales». O dicho de otro modo, «para que se haga un trabajo digno y poder funcionar con un mínimo de calidad». Desde esa convicción, los sindicatos exigieron a la Administración sanitaria andaluza –el responsable último de la Consejería de Salud es Aquilino Alonso– una «reacción rápida» para «no seguir discriminando a los habitantes de la provincia de Granada por el simple hecho de vivir en dicho territorio y no en otro de la comunidad». Tras dejar claro la pérdida de «confianza» en la Junta que el nuevo varapalo supone, adelantaron al Gobierno autonómico que «cuando la ‘desfusión’ sea una realidad, harán falta todavía más gente» en múltiples categorías laborales.

El SAS dice hacer “esfuerzos”

Hubo réplica del otro lado. Desde el SAS se defendió que los hospitales granadinos han incrementado su plantilla «un 5,7 por ciento respecto del año pasado». Vía comunicado, las direcciones de los hospitales pusieron el acento en que se «está haciendo un esfuerzo para mejorar la asistencia sanitaria en Granada de la mano de los profesionales», lo que evidenciaría el que a fecha de marzo de este año hubiera «400 trabajadores más» en esos centros sanitarios que en 2016, lo que supone, según difundieron, un alza del «5,7 por ciento» en relación al año pasado, y de un «6,8» si la comparación es con respecto a 2015. A pesar del nuevo desencuentro con los sindicatos, abogaron por continuar «en constante diálogo» con el sector.