Los retrasos en las licitaciones dejan al sector forestal bajo mínimos

«Demencial». Así califica el director gerente de la Asociación de Empresas Forestales y Paisajísticas de Andalucía (AAEF), Javier Loscertales, la situación que está atravesando el sector, lastrado por los retrasos en las licitaciones por parte de la Administración autonómica y la escasa inversión pública. «Cada día tengo llamadas informándome de cierres de empresas, otras que tienen que plantear ERE y despidos de trabajadores». Es la triste realidad que viven unos empresarios que, junto a los efectos de la crisis, tienen que soportar una burocracia excesivamente farragosa que acaba dejando proyectos en la cuneta. Y como muestra un botón: de los 34 millones de euros consignados en los Presupuestos de 2016 para licitaciones a empresas forestales faltan por gastar un total de 22, tal y como sostiene la patronal. «En octubre de 2016 el consejero de Medio Ambiente nos comentó que para diciembre de ese año estarían en licitación todos los proyectos, pero se han demorado bastante en el tiempo», subraya Loscertales, quien recuerda una serie de peldaños de una escalera que resulta a todas luces interminable: la fiscalización de los proyectos, la intervención de la Consejería de Hacienda o la lentitud del Programa de Desarrollo Rural (PDR). A esto habría que añadir la gran cantidad de trabajo acumulado, por lo que «los plazos se dilatan demasiado». «Hay un problema de gestión y de falta de personal en la Consejería. Cuando hay concursos de traslados los funcionarios se van, así que la puesta en marcha de las inversiones es extremadamente lenta».

El PDR –sustentado en fondos europeos con una fecha límite: el año 2020– es un flanco vital para el mantenimiento de la actividad de las empresas forestales. La patronal ha reclamado que se saquen a licitación 200 millones de euros en este ámbito, «una cifra adecuada teniendo en cuenta que en el anterior marco se invirtieron 260 millones, atendiendo también a la reducción que han sufrido las partidas». Esta propuesta se traduce en una media de 40 millones de inversión en los próximos siete años, «aplicando la prórroga que se va a formalizar con total seguridad». Mientras, el panorama no invita al optimismo. «Vamos a llegar a septiembre terminando los proyectos de 2016, por lo que va a quedar un escaso margen para que en 2017 se cumpla lo prometido», lamenta.

AAEF se reunió recientemente con todos los grupos parlamentarios para intentar conseguir un compromiso en torno a las cantidades del PDR, «y no sólo para saber la opinión del partido del Gobierno». Loscertales reconoce que el titular del ramo, José Fiscal, se ha mostrado favorable a los planteamientos de la patronal, pero «las actuales maquinarias de la Junta y de la Consejería de Medio Ambiente terminarán por dar al traste con todo».

A las puertas del verano, cuando más incendios forestales proliferan, la Junta parece que ha hecho los deberes con el operativo público, centrado en el Plan Infoca, pero no con las empresas del sector privado. Loscertales señala que no se han iniciado numerosos tratamientos selvícolas, necesarios para prevenir posibles fuegos. «Lo que ha ocurrido al final es que se han derivado estas tareas a los trabajadores de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (Amaya) para que las ejecuten de una manera más rápida». Otros trabajos también se han quedado atrás, como los aprovechamientos forestales o los pliegos de ordenación de los montes. En este caso «hay un problema de interpretación de la ley, si es la de Patrimonio o no». En este punto, Loscertales apunta que «es cierto que el programa operativo es nuevo, al igual que las características de los fondos europeos. Junto a ello, las exigencias de la Comisión Europea son mayores, pero hace falta más agilidad».

Otro problema al que se enfrenta la patronal es el de las licitaciones tan abiertas que está planteando la Administración pública, por lo que cualquier empresa ajena al sector puede ser adjudicatarias de obras. «Empresas tradicionales del ámbito forestal que no han tenido capacidad financiera suficiente para aguantar la crisis se están viendo abocadas al cierre».