Sevilla

3-3. Mejoría sin premio computable

El Betis pierde dos puntos por su endeblez defensiva, después de remontar el gol inicial de un Celta que comenzó arrollando, pero que fue inferior a partir de la media hora de juego

Sanabria regatea al portero céltico en la acción del segundo gol del Betis
Sanabria regatea al portero céltico en la acción del segundo gol del Betislarazon

El Betis pierde dos puntos por su endeblez defensiva, después de remontar el gol inicial de un Celta que comenzó arrollando, pero que fue inferior a partir de la media hora de juego

Hasta un «resultadista» irreductible es capaz de matizar ciertos marcadores. Sí, hay victorias que matan, como la que logró el Betis de Poyet en Pamplona, y tropiezos benéficos como el sufrido ayer por el equipo de Víctor Sánchez, que por su empate ante el Celta se ve atornillado al frente del pelotón de los torpes, pero que ofreció un partido trepidante del que se extraen muchos motivos para el optimismo (y algunos para la inquietud, claro, pero eso ya se sabía de antemano).

Y eso que nada hacía presagiar que los valientes que desafiaron a los aguaceros verían un bello espectáculo a tenor de la primera media hora, en la que el Celta se enseñoreó del balón. Marcó Iago Aspas en el primer acercamiento peligroso de Bongonda, una pesadilla par Cejudo y Bruno, pero lo terrible de verdad era la pasividad de un Betis que se limitaba a un correteo anémico entreverado con alguna que otra patada mientras los gallegos movían la bola a su antojo.

De repente, algo sucedió. Ningún cronista honesto acertaria a decir qué fue lo que provocó que los mansos corderitos que vestían de verde se tornasen súbitamente en fieros búfalos. Quizás alguna decisión del desquiciante árbitro, tal vez los murmullos de un graderío que se empezaba a impacientar, a lo mejor el disparo de Sanabria desde la frontal, inofensivo pero revelador de que el Celta también daba facilidades atrás... A saber. Lo cierto es que los enfurecidos béticos asaltaron el área rival mientras el partido se volvía irrespirable debido a las constantes fricciones. En ese ambiente de taberna, resplandece la perfidia de Petros, el rey de los macarras, que fabricó el ingenuo penalti cometido por Fontás. Rubén Castro empató al filo del descanso.

Al comienzo de la segunda parte, se vivieron los mejores momentos del Betis en el lo que va de temporada. Ceballos, por fin, lograba construir con cierto criterio y Sanabria (más por fin todavía) se destapó como el delantero que mereció en verano el tremendo desembolso que se hizo por él. En bonita jugada personal, el paraguayo adelantó al Betis y el partido habría quedado resuelto de no haber mediado un nuevo despiste de la defensa que facilitó el pase de la muerte de Bongonga para que Aspas completase su doblete. El marcaje aproximativo de Pezzella al bigoleador fue bastante culposo y ya mosquea que defensor argentino cace más balones en ataque que en su parcela. La élite requiere concentración por igual en ambas áreas.

Fue una lástima, porque el Celta estaba muerto y un tercer tanto lo habría sacado de rueda. De hecho, ese gol llegó marcado por el mencionado Pezzella, en otra acción tributaria de la pizarra de Víctor, aunque no fue definitivo porque el encuentro ya se había desbocado. Con sólo un gol de desventaja, los vigueses no aflojaron ante una defensa bética que temblaba en cada aproximación y que regalaba a Roncaglia una posición franca para que marcase el empate definitivo a la salida de un córner.

En el tramo final, Petros fue expulsado por doble amonestación, en una nueva prueba de la escasa inteligencia con la que juega este futbolista. Ya se iba a perder el duelo ante el Athletic por acumulación de tarjetas pero esta segunda amarilla hará que siga apercibido cuando reaparezca. En manos de este mozo descansan las esencias béticas, a decir de su legión de defensores. Para miccionar y no echar gota.

Ficha técnica:

Real Betis: Adán; Cejudo, Bruno (Rafa Navarro, min 45), Pezzella, José Carlos, Durmisi; Donk (Felipe Gutiérrez, min 69), Petros, Ceballos; Sanabria (Joaquín, min 62) y Rubén Castro.

RC Celta: Rubén; Roncanglia, Cabral, Fontás, Jonny; Radoja (Orellana, min 51), Marcelo Díaz (Pione Sisto, min 72), Tucu Hernández, Wass; Bongonda (Rossi, min 83) y Aspas.

Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano): Expulsó a Petros por doble amarilla (min 90). Amonestó a Donk, Sanabria, Felipe Gutiérrez y Cabral.

Goles: 0-1 (min 14): Aspas. 2-0 (min 41): Rubén Castro, de penalti. 2-1 (min 52): Sanabria. 2-2 (min 61): Aspas. 3-2 (min 72): Pezzella. 2-2 (min 84): Roncaglia.