Andalucía

Moreno: «C’s tiene dos varas de medir. Una ancha para el PSOE y otra estrecha para el PP en los ayuntamientos»

El bloqueo parlamentario, foco de críticas. El líder del PP-A niega una «pinza» con Podemos. La única que reconoce es la de PSOE-Ciudadanos, a los que considera culpables de la «democracia de baja calidad» en la Cámara regional.

Moreno reconoce: «Hemos pagado los platos rotos de la crisis. la marca PP no goza de su mejor momento»
Moreno reconoce: «Hemos pagado los platos rotos de la crisis. la marca PP no goza de su mejor momento»larazon

–Susana Díaz habla diariamente de una pinza PP-Podemos. ¿Qué opina?

–Eso es rotundamente falso. Forma parte de una estrategia que le salió bien al PSOE hace 20 años y trata de reeditarla. Es falso por dos razones. Primero porque entre Podemos y PP no hay ningún acuerdo. No hay, tristemente, ni siquiera diálogo, no sé si debido a los prejuicios de Podemos. Además el PSOE vota más con Podemos que nosotros. Quien ha regalado una Alcaldía a Podemos, en el caso de Cádiz, ha sido el PSOE de Susana Díaz. Ha sido una decisión exclusiva de ella.

–Teniendo en cuenta el bloqueo de iniciativas en el Parlamento. ¿No fue un error capital dejar la Presidencia en manos del PSOE?

–Totalmente. Tratamos de evitarlo por todos los medios. El PSOE sabía de su debilidad en esta legislatura y quería una Mesa muy controlada. Por eso propuso a tres secretarios generales, algo que no se ha hecho nunca, sin ningún tipo de estética o ética. Intentamos por todas las vías hablar con IU y con Podemos. Con esta última formación nos fue imposible. Intentamos hacer una alternativa en la Mesa, lo digo abiertamente. La fragilidad, quizá bisoñez de los nuevos grupos, sumado al acuerdo que ya tenían PSOE-Ciudadanos lo impidió.

–¿El PP interpreta el posicionamiento de Ciudadanos como un posible pacto formal en Andalucía a medio plazo o como preparación para un pacto PSOE-C’s a nivel nacional si Rajoy pierde las elecciones?

–Hay muchas variables. Juan Marín se siente muy cómodo con el PSOE. Ha estado gobernando con este partido y tiene buenas relaciones personales con destacados dirigentes de la Junta y del PSOE. Hay mucho ex militante socialista en las filas de Ciudadanos. Rivera permite este acercamiento al PSOE porque está buscando una estrategia ambivalente, llegando a las generales sin presentarse como marca blanca del PP o del PSOE. En cualquier caso, estamos en un bipartito de facto en Andalucía entre PSOE y Ciudadanos.

–¿Ese modelo de bipartito es extrapolable después de las generales? ¿Es de los que piensa que Sánchez y Rivera «se hacen ojitos»?

–Puede ser perfectamente. Los dos tienen sintonía personal y esa sintonía personal y generacional puede llevar a entenderse. Estoy convencido de que a Rivera le gustaría gobernar con el PSOE para ocupar un espacio del PP. Lo que dudo es que el PSOE sume con Ciudadanos.

–Ciudadanos ya exigió la dimisión del alcalde de Granada, del PP. ¿Ve posible que C’s exija que Rajoy se retire si finalmente hay pacto PP-C’s?

–No lo creo. Estoy convencido de que el PP va a ganar de manera clara. Después de esa legitimidad de las urnas, es difícil. En segundo lugar, la presidencia del Gobierno no es una Alcaldía. Hay condicionantes más fuertes.

–¿No ve una doble vara de medir de Ciudadanos con los alcaldes del PP y con Susana Díaz?

–Totalmente. Hay una absoluta doble vara de medir. En los ayuntamientos C’s está llevando a cabo una fiscalización absoluta y ha bloqueado incluso proyectos muy importantes. Ha fiscalizado hasta los nombramientos de libre designación o los viajes de los alcaldes en el exterior. Hay una fiscalización extrema, pero a nivel regional no hay control. Todavía no he escuchado a Ciudadanos hablar de Invercaria o de Aznalcóllar o sobre el modelo de televisión pública. Ése es el problema, que tiene dos varas de medir. Una ancha para el PSOE en Andalucía y otra estrecha para el PP en los ayuntamientos.

–¿Qué le parece la actitud del presidente del Parlamento?

–Es fruto de un acuerdo previo, de gobernabilidad con Ciudadanos antes de las elecciones. Lo que nos enfada es que este acuerdo no se haga público, ni nos digan en qué consiste.

–Cuando llegó a Andalucía no era diputado. Dijo que el Parlamento «luce lo que luce». Susana Díaz ha dicho esta semana que no está en las cosas del Parlamento porque está con los ciudadanos. ¿Los dos han estado desafortunados?

–Mi declaraciones tenían un punto de desafortunadas y otro de malinterpretadas. El Parlamento tiene que ser el eje fundamental de la vida política en la región. No me expresé probablemente con la suficiente corrección. Lo que quise decir es que un Parlamento para casi 9 millones de ciudadanos tiene que ser más vital, más flexible, donde la presidenta comparezca de manera más frecuente, que se reúna más veces. No puede ser que el Parlamento se reúna un día y medio dos veces al mes. Para conseguir este nuevo pulso he pedido un cambio en el Reglamento, con el objetivo de que haya más dinamismo a la hora de presentar iniciativas y tres plenos mensuales como se hace en Cataluña o Madrid. Y en cuanto a Díaz, no es que no le guste el Parlamento, es que huye de él. Da órdenes a su presidente del Parlamento para amordazar a la Cámara y adormecerla.

–¿Cuándo presentará el PP el recurso al Constitucional por el bloqueo de iniciativas legislativas en la Mesa del Parlamento?

–Tenemos tres meses de plazo legal. Estamos elaborándolo y será en torno a primeros de noviembre.

–La reprobación del presidente del Parlamento que está promoviendo el PP sería a través de una Proposición no de Ley que también tiene que calificar la Mesa. ¿Teme que también se pare en este órgano, como ocurrió con la reprobación a Maragall en 2003?

–Probablemente. Es una prueba más. Nosotros no vamos a parar. Lo que sí está claro es que este Parlamento a su medida que ha hecho Díaz nos lleva a un cuello de botella en el que se filtran y se controlan todas las iniciativas de la oposición. Vamos hacia una democracia parlamentaria de baja calidad. Eso repercute en la comunidad, ya que tendremos menos posibilidad de control. Esta, por supuesto, puede ser una de tantas iniciativas que la Mesa frene.

–¿Está dispuesto a que se debata también que los diputados no cobren dietas en agosto?

–Estamos dispuestos a debatirlo todo. Por eso he propuesto una modificación del Reglamento de la Cámara. Por supuesto que incluya esta medida y que se celebren tres plenos al mes.

–¿La retirada del aforamiento que prometió en campaña electoral cuándo la llevará a la Cámara?

–Es una medida que supone un cambio en el Estatuto de Autonomía y hace falta el apoyo del resto de formaciones. Hasta ahora no he visto apoyo en ningún partido. Seguiremos haciendo iniciativas en esa línea.

–¿Tiene el PP la lista de comparecientes por los cursos de formación? ¿Patronal y sindicatos deben acudir?

–Estamos trabajando en un borrador de lista, donde no vamos a citar por citar. Estamos midiendo bien quién puede aportar información. Hay muchos responsables de la Junta y otros que están en sindicatos y en la patronal.

–¿UGT, CC OO y CEA, que fueron señaladas por la Cámara de Cuentas en el informe de fiscalización que abrió el caso, a su juicio deben comparecer?

–Debe comparecer todo aquel que aporte información y si los agentes sociales pueden aportarla por supuesto que deben declarar y los vamos a citar. Incluida la presidenta de la Junta de Andalucía .

–¿Teme que tras la comisión de la formación haya una comisión sobre Gürtel, como ya se ha deslizado?

–No me preocupa nada. Para que abran una comisión de investigación tiene que haber alguna justificación judicial. En los cursos estamos hablando de miles de millones de euros. El PSOE ante su incapacidad de aportar información y de regenerar su propio partido, lo que hace es poner el ventilador. No existe la trama Gürtel andaluza que se ha inventado el PSOE. Se trata de personas puntuales señaladas en una causa, por cuestiones además que están por demostrar.

–¿No le preocupa el informe de la Oficina Nacional de Investigación de Fraude?

–Para nada.

–¿Ha tenido oportunidad de hablar con Ricardo Tarno y Eloy Carmona?

–No

–¿Y lo va a hacer?

–En el momento en el que un juez los señale hablaré con ellos. Ahora mismo no lo están.

–¿Confía en Ricardo Tarno y Eloy Carmona?

–Tengo una confianza primaria, que se dice. Estamos hablando de cosas de hace diez, once años y yo no tenía responsabilidad en Andalucía. Ahora, sólo hay un informe de Hacienda, no hay más.

–¿No le inquieta que haya asuntos que escapen a su control precisamente porque no estaba en el PP andaluz?

–Todo lo que ha pasado hace diez años obviamente lo desconozco por completo. Pero no me produce inquietud porque las cuentas del partido han sido auditadas por el Tribunal de Cuentas y eso sí lo he mirado yo. Fue lo primero que miré. Están todas auditadas y conformes.

–El PP ha introducido cambios en la dirección regional, pero ¿el PP andaluz actual es tal y como quiere Juanma Moreno?

–Los partidos son órganos vivos y la sociedad evoluciona muy rápido. Eso significa que todos tenemos que hacer un esfuerzo de modernización constante. No es un proyecto acabado. Lo que quiero hacer del PP es una referencia ganadora. Ése es el objetivo fundamental. ¿Que se tienen que seguir produciendo cambios? Siempre.

–¿Le pesa la sombra de Arenas?

–No. Javier ha sido presidente mucho tiempo y ha sido una referencia. Tiene el mérito político de coger un partido prácticamente residual y convertirlo en primera fuerza. Eso a mí me sirve de base y todos debemos agradecerlo.

–¿Podría ir Javier Arenas en las listas al Congreso?

–Claro que podría ir.

–¿Y podría ir como cabeza de lista provincial?

–Sí, por qué no. Puede ir perfectamente. Nada le limita para ser cabeza de lista.

–¿Y lo vería bien?

–No tengo ningún reparo.

–¿Tiene que haber una renovación profunda en las listas al Congreso?

–Es el eterno debate. Los partidos siempre están en renovación porque así lo pide la gente. Y así se hace. Siempre lo he dicho. El PP en estas elecciones cruciales para España tiene que buscar los mejores candidatos, los que tengan más tirón. Habrá un debate entre las direcciones regional y nacional para ver qué personas tienen más idoneidad en este momento para representar el partido.

–¿Es partidario de las primarias?

–Soy proclive a un partido más moderno, más abierto, más permeable. Y eso significa que tenemos que introducir elementos para regenerar el propio partido. Por ejemplo, soy partidario de la limitación de mandatos en todos los ámbitos, el órgánico y el institucional. El presidente de una comunidad no debe estar más de ocho años y un alcalde tampoco. Los mandatos de partido también hay que limitarlos. También soy partidario de que una persona tenga una sola responsabilidad. Una responsabilidad de partido y otra institucional, pero no más. La política exige mucho tiempo y esfuerzo. Una persona, un cargo. En cuanto a las primarias, cada partido tiene su singularidad. El PP es un partido nacional y está estructurado de forma distinta al PSOE. Las primarias como las entiende el PSOE no son extrapolables al PP. Entre otras cosas, porque el PSOE no las ha aplicado nunca, en el PSOE funciona el dedo. Lo que sí debemos es buscar espacios en los que los afiliados e incluso los simpatizantes participen en decisiones.

–Una persona, un cargo. ¿El caso de la secretaria general del PP-A es una excepción?

–Sí, es una excepción a extinguir.

–¿A extinguir cuándo?

–En primer lugar, Loles López tiene un cargo institucional y otro orgánico, por lo que cumpliría. Pero es verdad que las alcaldías ocupan mucho tiempo, por tanto es uno de los temas que tenemos que revisar. No hay un horizonte concreto. Todas estas medidas se van a debatir en el próximo congreso nacional. Será después de las elecciones generales.

–Usted es diputado, senador y presidente del partido, ¿también es una cuestión a extinguir?

–También lo es, también es una cuestión a debatir.

–Más allá de que el partido pueda cambiar los Estatutos, ¿se aplica a sí mismo el tope de ocho años como presidente del PP-A?

–Ocho años me parece un tiempo razonable y es mi horizonte.

–Da la sensación de que su idea de partido está más próxima a la de jóvenes que se han incorporado a la dirección nacional como Pablo Casado o Andrea Levy.

–Tengo afinidad personal con alguno de ellos y también generacional. Pero no es una cuestión de edad. Hay gente en el partido con más de sesenta años y que tienen una visión más moderna que muchos de treinta.

–Además de gobernar ¿qué ha hecho mal el PP para que la marca tire de los tobillos?

–La marca es muy importante y está condicionada por el Gobierno. Le pasó a Zapatero, que convirtió al PSOE en una marca maldita. Ha habido muy buenos candidatos del PSOE que se presentaron a las elecciones municipales de 2011 y perdieron. Nosotros también hemos pagado los platos rotos de la crisis. Y obviamente la marca no goza de su mejor momento. También hemos cometidos errores.

–¿Cuáles?

–No explicar las cosas lo suficientemente bien en el momento que teníamos que explicarlo. Tendríamos que haber explicado más cada gran medida. Dicho esto, prefiero un gobierno gestor a un gobierno parlanchín y mal gestor como el de Susana Díaz. A los ciudadanos le conviene quien gestiona bien.

–¿Ha quedado ya probado que con la corrupción no se ganan elecciones?

–Sí, pero tenemos la obligación de destaparla. Es el mayor favor al pueblo andaluz y a nosotros mismos.

–¿A qué atribuye la aureola de estadista de Susana Díaz, especialmente de Despeñaperros hacia arriba?

–No creo que tanto como estadista. Voy a Madrid con frecuencia. Se ha desdibujado mucho. En los monólogos es muy buena pero cuando tiene que confrontar... la cosa cambia. Susana Díaz ha dicho obviedades muy bien recibidas como la defensa de España. Hay muchos medios de comunicación y grupos empresariales que piensan que ante las dudas de Pedro Sánchez en su modelo de Estado, Díaz puede ser una figura más sólida. Pero yo le he preguntado veinte veces y no me ha contestado qué reforma de la Constitución quiere. Le ha regalado alcaldías a Podemos como Cádiz, representa la izquierda más sectaria, representa un modelo de gestión fallido y la prueba es que Andalucía es la región con más paro de Europa... Llamar estadista a la gestora de una comunidad que está enfangada de corrupción, donde pagamos más impuestos que nadie, me parece que es demasiado.

–¿Que Andalucía no bajara en los Presupuestos el Impuesto de Sucesiones y Donaciones sería un fracaso?

–Totalmente. Es el impuesto más contestado por la sociedad. Hubo 5.000 familias que tuvieron que rechazar la herencia en 2014 por no poder hacer frente a estos pagos. Se está produciendo un éxodo fiscal a Madrid y es un drama. Díaz no lo acepta porque es una propuesta del PP.

–¿Cuándo habrá conclusiones concretas del Ágora Rural, el gran talón de Aquiles del PP?

–En torno a dos semanas. Estamos haciendo un trabajo muy de calle y a la vez de análisis. Estamos analizando qué está ocurriendo especialmente en los municipios de menos de 20.000 habitantes. Hay una asignatura pendiente y ni siquiera en los mejores años se ha resuelto.

–¿Qué modelo educativo y de sanidad le gustaría que se aplicara en Andalucía?

–Me gustaría un modelo educativo y sanitario, primero, eficiente, donde se mire por el dinero público; despolitizado, quiero profesionales, y que prime la libertad. No tengo limitaciones ideológicas ni prejuicios para opinar que un colegio concertado no pueda coexistir con los públicos. Hace falta también una dotación suficiente.

–Consejo Consultivo, Defensor del Pueblo, Consejo Audiovisual y Consejo Económico y Social. ¿Es partidario de una reducción sensible de estos órganos blindados en el Estatuto?

–Sí. Todo este tipo de órganos están sobrer representados y algunos sobredimensionados. Soy partidario de una reducción drástica. Y quiero menos representación política.

–Se ha dicho que perteneció al clan de Becerril, al clan de los «Sorayos». ¿Perteneció realmente a algún clan?

–En el clan de Becerril sí estuve, aunque la palabra clan no me gusta. Éramos un grupo de jóvenes que opinábamos, hablábamos y proponíamos ideas.