Elecciones andaluzas

Podemos impone a IU romper los pactos con el PSOE para su confluencia

La coalición liderada por Maíllo responde: «No recibimos órdenes de nadie. La soberanía es de toda la militancia». El partido de Teresa Rodríguez, en una estrategia de asfixia a Susana Díaz, busca «cortocircuitar» un adelanto electoral

Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo
Teresa Rodríguez y Antonio Maíllolarazon

La coalición liderada por Maíllo responde: «No recibimos órdenes de nadie. La soberanía es de toda la militancia»

El partido de Teresa Rodríguez, en una estrategia de asfixia a Susana Díaz, busca «cortocircuitar» un adelanto electoral

El coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, venía instando a «acelerar» el proceso de confluencia entre su formación y Podemos. La formación morada, tras meses en los que la unión no ha acabado de arrancar, presenta ahora una invitación a la fagocitación de las históricas siglas de la coalición de izquierdas: le obliga a que abandone todo cogobierno con el PSOE –caso del Ayuntamiento de Córdoba, por ejemplo–, a pesar de que la propia formación morada gobierna en municipios como Cádiz con la aquiescencia de los socialistas o apoya el Gobierno del PSOE en Jerez. El partido que lidera Teresa Rodríguez en Andalucía movió ayer ficha, adelantándose al debate nacional –ahora que en el Congreso han empezado a votar por separado a cuenta de Venezuela–, sin el amparo expreso del líder máximo, Pablo Iglesias, aunque sí en la línea de lo que promulga. Podemos envió un documento a sus bases y a IU para la construcción de un único «bloque de cambio» en torno a una estrategia de asfixia socialista y contra el PP.

La confluencia, que no terminaba de arrancar, en una decena de folios, ahora apura la frenada. El coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo, dio un toque de atención el 14 de noviembre para que su formación y Podemos, junto a otros partidos y plataformas cívicas constituyeran un bloque de izquierdas que fuera determinante en Andalucía. El contexto era propicio. En Andalucía, Teresa Rodríguez se impuso en las primarias y a escala nacional, la tesis de Errejón, contrario a las confluencias, quedó defenestrada. Con todo, la unión no acaba de fraguarse, previa demolición de los restos del Partido Comunista. IU, de entrada, ha sido tajante: «No recibimos órdenes de nadie. La soberanía es de toda su militancia».

El número 2 de Podemos en Andalucía, Jesús Rodríguez, habló de fechas: el documento se debatirá en los círculos de la formación un mes; a principios de julio pasará al Consejo Ciudadano para su aprobación. Al mismo tiempo, se insta a IU a abrir el mismo debate. También toma la iniciativa Podemos respecto al PSOE, inmerso en el proceso de primarias, y con el convencimiento de que las «facciones en liza» no van a virar a la izquierda sus políticas. «Estamos convencidos de que no hay retorno posible en el PSOE», señala el documento, que habla de «construir un Partido-Movimiento, capaz de mantener las brasas del cambio en todos los poros de la sociedad». También señala que «no se puede despreciar el entusiasmo con el que algunos militantes del PSOE enfrentan con esperanza un posible giro de su partido hacia Podemos, igual que lo hacen millones de votantes del PSOE». Y añade: «Esa esperanza y capital humano debe incorporarse a un nuevo bloque mayoritario liderado por Podemos». La formación se propone «cortocircuitar las operaciones de cálculo interesado de convocatorias anticipadas propias del aparato del PSOE-A».

El punto 5 del documento delimita, directamente, la capacidad de IU de pactar. «Para generar una nueva mayoría política en nuestra tierra, un nuevo bloque político capaz de desplegarse como mayoritario en las grandes urbes y en las agrociudades, proyectándose como alternativa andaluza, hay que fijar el marco estratégico en el que delimitar la unidad. Fuera de estas condiciones, la unidad no sería posible, pues son las líneas políticas que creemos fundamentales para consolidar una mayoría de cambio, para contrarrestar la operación de restauración de los poderes económicos y políticos», señala. Punto 1: «Podemos Andalucía no puede permitir por activa ni por pasiva que el PP gobierne. Tampoco Podemos puede gobernar con pactos con el PP». Frente al «turnismo» del PSOE, se proclama como «una muralla». Punto 2: «Podemos independiente del PSOE-A», lo que implica que «no formará gobierno con el PSOE como norma general ni en Andalucía ni en ningún municipio andaluz». Las «raras excepciones» deberán pasar por el Consejo Ciudadano y añade que «cualquier pacto con el PSOE sólo será de investidura». Punto 3: «Los acuerdos serán en el marco de una coalición» pero «sin liquidar ni disolver a Podemos en una operación de unidad electoral». IU protagoniza un punto concreto del documento, abogando por «otro ciclo en las relaciones». «La relación con IU es la que requiere una reflexión y una acción más importante, por su tamaño electoral (aunque muy mermado), su despliegue territorial y por su experiencia también en la gestión municipal», señala. «Una de las principales diferencias tiene que ver con su relación con el PSOE», añade, criticando que el pacto en el anterior gobierno de la Junta «secuestró» a IU «en las lógicas de San Telmo». Podemos valora «el giro» con Maíllo pero pone condiciones que llegan, incluso, a los candidatos de IU «con largas trayectorias institucionales». La directriz: «Donde IU ya está cogobernando con el PSOE la recomendación sería no ir conjuntamente a unas municipales», lo que no es óbice, «el día siguiente a las municipales» para formar sinergias contra PP y PSOE. De no cumplirse los requisitos, «no sólo no recibirán el apoyo de Podemos Andalucía sino que desde ya habrá un desmarque público». Recientemente, en Priego de Córdoba, el partido expulsó a sus concejales por una moción que proponía un gobierno conjunto con el PSOE. En Extremadura o Aragón, sin embargo, hay alianzas sin consecuencias orgánicas.

«No tenemos que pedir permiso pero nos anticipamos», esgrimen desde Podemos ante la respuesta de IU: «No recibimos órdenes de nadie». La dirección de IU recalca que diseña su estrategia «de forma autónoma» y exige al partido morado «coherencia con su propia estrategia de alianzas».