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Podemos va de víctima ante una «perdedora» Díaz, «rebasada» por el PP

Sus dirigentes justifican las pobres cifras por la «campaña de barro» utilizada por el PSOE; Teresa Rodríguez se pregunta si el «sorpasso» no ha sido un invento

La Razón
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Sus dirigentes justifican las pobres cifras por la «campaña de barro» utilizada por el PSOE; Teresa Rodríguez se pregunta si el «sorpasso» no ha sido un invento.

El fracaso de Unidos Podemos no ofrece discusión. No hubo «sorpasso» y cundió la desilusión en la formación morada, aunque precisamente en Andalucía era donde las expectativas eran menores. No es de extrañar que Teresa Rodríguez, ajena a las encuestas e israelitas, llevase preparado de casa un discurso poselectoral en la línea de las cifras finales. La coalición con IU sólo añadió un escaño, el undécimo, a los contabilizados el 20D. Ni 35.000 votos añadió la confluencia. La autocrítica de la líder de la formación podemita en Andalucía brilló por su ausencia. Al revés. «¿Y si el ‘sorpasso’ era un invento para fabricar un supuesto fracaso? Qué cosas. Yo estoy orgullosa de los 71 diputados del pueblo», apuntó en las redes sociales.

La base de unos registros tan pobres –desde el partido se insiste en que con sólo dos años de vida nadie puede hablar de fracaso– después de unos meses en los que el adelantamiento al PSOE se daba por hecho, se sustenta en la «campaña de barro» de Susana Díaz. «El mensaje del miedo ha tenido consecuencias», añadía Antonio Maíllo, líder andaluz de IU, admitiendo que «los resultados no fueron los que esperábamos». Es más, desde Unidos Podemos se insiste en que la «obsesión» de la presidenta de la Junta de Andalucía en atacarles «ha permitido que el PP gane» en la comunidad.

El secretario de organización de Podemos-A, Jesús Rodríguez, incidía en que la «perdedora» el domingo fue Díaz que se centró tanto en debilitarlos que se ha visto «rebasada por el PP». A su juicio, la caída del PSOE-A y de su «socio», Ciudadanos, «debería hacer pensar a Susana Díaz si su estrategia de golpear de manera beligerante ha servido para algo» Para Rodríguez, los 71 diputados alcanzados por Unidos Podemos «sigue siendo un resultado extraordinario» y, al respecto, subrayó que «cada vez que se abren las urnas en Andalucía, Podemos alcanza mejores resultados. Antes obtuvimos diez, ahora partimos de once, y aunque el aumento sea modesto y menor del esperado, no podemos decir que el cambio se ha parado», añadió.

La unión entre Podemos e IU, y esto es lo más cercano de una autocrítica, «quizá se ha fraguado demasiado tarde». «Quizá no haya tenido el recorrido que hubiéramos anhelado, para que la abstención no fuera un hándicap. Eso tiene que estar en el centro del análisis».

En Cádiz, donde gobierna José María González, «Kichi», el PP aventajó en 3.000 votos a Unidos Podemos, algo que al alcalde de «Por Cádiz Sí Se Puede» le basta para estar «muy satisfecho» después de «un año de pelea y ataque» los resultados «son óptimos» porque «que sigamos siendo la fuerzo hegemónica de alternativa es una noticia estupenda». Nada que ver con la reacción del Partido Popular, que consideran que «los gaditanos han castigado el año del desegaño». «Perder más de 4.000 votos en seis meses es una señal evidente de que los gaditanos ya se han dado cuenta de la campaña de mentiras que hizo Podemos en la ciudad para llegar al poder», explicó ayer el popular Ignacio Romaní.

En Sevilla, ciudad en la que gobierna el PSOE gracias al apoyo de Participa –marca blanca de Podemos– e IU, Unidos Podemos se deja 20.000 votos respecto a diciembre. Desde la organización izquierdista se conforman ahora con colocarse como la segunda fuerza más votada en cuatro de once distritos. «La táctica de la confluencia no ha sido errónea», reiteraban.

La única lectura crítica llegó desde Córdoba. Julio Anguita consideró «frustrante» los resultados obtenidos, aunque sin renunciar a la unión porque «es la única salida para construir algo alternativo a lo existente».

En Equo, «esperábamos mejores resultados», aunque destacaban que en Andalucía han ganado en «visibilidad».