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Algeciras

«SOS»: peligro por submarino nuclear

Activistas alertan por mensaje a los trasatlánticos

El «HMS Ambush» ha hecho escala en el Peñón por tercera vez en unas cinco semanas
El «HMS Ambush» ha hecho escala en el Peñón por tercera vez en unas cinco semanaslarazon

El submarino británico de propulsión nuclear «HMS Ambush» arribó ayer a la base naval de Gibraltar para realizar una escala operativa, integrada en «su hoja de ruta», según una nota de la Oficina de Información del Peñón. Es la tercera vez en poco más de cinco semanas que el aparato de ataque de la clase «Astute» recala con desenvoltura en la bahía gaditana de Algeciras.

El «HMS Ambush», perteneciente a la Royal Navy y capaz de desplazar 7.400 toneladas en inmersión, abandonó la Roca el 15 de junio, después de una anterior visita el 21 de mayo a la base gibraltareña en otra parada programada que tuvo lugar apenas 24 horas después de que se marchara otro submarino similar, el «HMS Astute». Unas estancias encadenadas que fuentes de Verdermar-Ecologistas en Acción sospechan que estuvieron vinculadas «a la carga y descarga de misiles», según advirtieron a LA RAZÓN.

Los ecologistas están inmersos en una campaña «nacional e internacional» para oponerse a la presencia de submarinos de este tipo en el territorio de la Roca porque los consideran «bombas flotantes». Continuarán con ella, aseveran, hasta que el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo Picardo, «opte por un puerto turístico». Como parte de la misma, los activistas envían «mensajes SOS» a los barcos trasatlánticos con destino previsto en el Peñón para «avisarles de que tanto la tripulación como los pasajeros corren un riesgo nuclear si atracan en un territorio donde ya hay un submarino, para que ellos también protesten y presionen», explican fuentes de la organización.

Su portavoz en la zona, Antonio Muñoz, teme que las aguas algecireñas «se acaben convirtiendo en la base permanente de estos aparatos de propulsión nuclear que no quieren los escoceses».

Hace un llamamiento al Gobierno central, al autonómico y a todos los partidos para que «se sumen» a la batalla emprendida por Verdemar porque «el puerto de Gibraltar no puede ser militar», dado el «enorme riesgo» para la seguridad de la población de la comarca gaditana, el medio ambiente y los alrededor de 35.000 cruceristas que recibe la Roca al año, que ello supone.