Málaga

Un viaje al Lejano Oeste

La exposición “La ilusión del Lejano Oeste” permanece abierta en el Museo Carmen Thyssen de Málaga hasta el próximo 19 de marzo

“Señal de fuego apache”, de Frederic Remington
“Señal de fuego apache”, de Frederic Remingtonlarazon

La exposición “La ilusión del Lejano Oeste”, que hasta el 19 de marzo se puede visitar en el Museo Carmen Thyssen Málaga, ofrece la posibilidad de adentrarse, desde el punto de vista artístico, en el inmenso y salvaje territorio de la Frontera, término que no alude tanto a la línea que separa dos regiones –la frontera natural del río Misisipi–, sino que se refiere, en sentido etimológico, a la tierra que está enfrente, el Lejano Oeste.

Recorriendo la exposición, uno puede deleitarse con la visión de aquel territorio por parte los paisajistas de la Escuela del Río Hudson, como Albert Bierstadt, con una pintura de gusto romántico donde la naturaleza se presenta sublimada. No obstante, el paisaje fue el primer género artístico específicamente norteamericano. También se pueden descubrir los modos de vida indígena, de la tribu mandan, a través de los magníficos grabados iluminados del suizo Karl Bodmer (un total de 81) y una cuidada selección de piezas de los indios de las Grandes Llanuras, objetos ceremoniales, utensilios domésticos y prendas de vestir que revelan una artesanía basada en la sencillez de los materiales y poseedora una enorme belleza y delicadeza.

En este apasionante viaje en el tiempo no podemos dejar de admirar al que probablemente sea el mejor cronista del Oeste: Frederic Remington. Un artista que contribuyó a construir la iconografía idealizada de indios y vaqueros. Alcanzó la popularidad como ilustrador y reportero para las principales publicaciones periódicas de finales del siglo XIX, revelándose como un maestro del dibujo y la composición, y destacando sobre todo en la representación de la anatomía y el movimiento de los caballos. En la exposición se presentan varias creaciones suyas de interés, como una pintura nocturna y tres ejemplares de sus conocidas esculturas, obras que evocan magistralmente la acción y la épica de la Frontera. Ya lo saben, si quieren vivir un auténtico western, vayan al museo.