Valladolid

Argüello anima a marcar las «dos equis» para apoyo de los fines sociales

El obispo auxiliar de Valladolid recuerda que así no se paga más, ni Hacienda devuelve menos

El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello; el ecónomo de la diócesis, José Conde; y Jesús García Gallo
El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello; el ecónomo de la diócesis, José Conde; y Jesús García Gallolarazon

El obispo auxiliar de Valladolid recuerda que así no se paga más, ni Hacienda devuelve menos.

El obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, animó a todos los contribuyentes a marcar en su declaración de la renta tanto la casilla de la Iglesia como la de fines sociales, ya que es un acto de «democracia» con el que se puede elegir «dónde van los impuestos de los ciudadanos».

También subrayó que el primer paso que la población tiene que dar es «cumplimentar la declaración», para contribuir con los gastos que conlleva la «vida en común» y evitar los casos de «economía sumergida» o el «dinero negro».

En segundo lugar, el obispo hizo un llamamiento a la conciencia de todos los contribuyentes para que estos marquen las «dos equis» en su declaración, lo que supone que un 1,4 por ciento de su aportación se destina tanto a la Iglesia como a los fines sociales, un 0,7 por ciento a cada una. Desde la archidiócesis de Valladolid recuerdan que con este gesto «no se paga más, ni Hacienda devuelve menos dinero».

Un método de financiación que se denomina «por asignación» y que está encaminado a la «autofinanciación» de la Iglesia católica por medio del dinero procedente de la «comunidad cristiana», que ayuda a financiar los gastos que se producen anualmente, como «las retribuciones a los sacerdotes, mantenimiento de templos o las diferentes acciones sociales».

Dinero que llega a supone el 25 por ciento de los ingresos de la archidiócesis vallisoletana, ya que el grueso de sus activos lo aportan los feligreses con sus donaciones, que suponen en torno al 70 por ciento del balance anual y que el año pasado llegaron a los siete millones de euros.

Parte de la asignación a la Iglesia Católica se destina a la organización de ayuda Cáritas, una iniciativa que comenzó en los «años más duros de la crisis» y que ayuda a financiar los proyectos anuales de la organización, que también recibe fondos por medio de la casilla de fines sociales.

Su delegado en Valladolid, Jesús García Gallo, denunció que, aunque la situación social es mejor que en 2012, se sigue registrando un aumento de la «desigualdad» entre personas, un problema que «puede llegar a ser endémico». Finalmente subrayó que «aún queda mucho por hacer para que todos vivamos bien».