Valladolid

El poeta Alfredo Pérez Alencart presenta hoy en Valladolid su antología «Una sola carne»

Será en el salón de actos del BBVA a partir de las 20 horas

Alfredo Pérez Alencart
Alfredo Pérez Alencartlarazon

Será esta tarde, a partir de las 20:00 horas en el salón de actos del BBVA de Valladolid y dentro de la programación de Los Viernes del Sarmiento, cuando el poeta peruano-salmantino y colaborador de LA RAZÓN, Alfredo Pérez Alencart, presenta su antología «Una sola carne. Poesía amorosa 1996-2016». Una obra editada por la Diputación de Salamanca dentro de su colección de Autores Salmantinos e ilustrado por el reconocido artista Miguel Elías. La selección de textos ha corrido a cargo de la profesora e hispanista rumana Carmen Bulzan, quien acaba de terminar la traducción de la misma para ser editada en Bucarest.

En declaraciones a este diario, Pérez Alencart resume que «veinte años es mucho pero no suficientes para quien desea seguir compartiendo con su pareja, hechos una sola carne. La raíz cúbica del amor se verifica cuando no deseas salir de su laberinto, cuando pasan los calendarios y sigues ansiando sus aletazos, sus ecos que desbocan, su florescencia electrizada», y alerta que «no es fácil tal comunicación en estos tiempos, cada vez más propicios a las evanescencias, pródigos en descompromisos y liviandades».

Respecto al aporte de la poesía «ante estas evidencias» el autor destaca que «nos permite comunicarnos con nosotros mismos, además de desenterrar sentimientos entumecidos por el uso y abuso de artilugios tecnológicos que embotan hasta la obsesión», y destaca que «el amor hay que nutrirlo constantemente, con hechos y no con palabras».

Con un evidente trasfondo bíblico en esta antología, algo que el propio Pérez Alencart corrobora señalando que «estos textos míos son para desvirtuar ese tópico o prejuicio de que los cristianos somos unos mojigatos en estos temas» y asevera que «el mejor libro de poesía amorosa se encuentra en la Biblia. Dios no dio el Eros y debemos disfrutarlo».

Unos poemas que están dedicados a su esposa, «con quien me gustaría terminar como lo hizo mi padre. Verlo sonriente a pesar del dolor en sus últimos meses de vida, esperando la llegada de mi madre para darle un beso».