Valladolid

«Es momento de ayudar a crear empleo, atender a quienes están en la cuneta y aupar la ciudad»

Escuchar, pisar la calle y gobernar para todos, santo y seña del nuevo alcalde de Valladolid, Óscar Puente

A sus 46 años Cumple su sueño de ser alcalde de Valladolid. Asegura que se va a entregar hasta la extenuación y con mano tendida, dispuesto a escuchar a todos y a gobernar, tanto para los que le han votado, como para los que no.
A sus 46 años Cumple su sueño de ser alcalde de Valladolid. Asegura que se va a entregar hasta la extenuación y con mano tendida, dispuesto a escuchar a todos y a gobernar, tanto para los que le han votado, como para los que no.larazon

Los que le han votado, le paran por la calle, se deshacen en elogios, le dan consejos. Y luego están los que se acercan y le dicen, con cierta resignación: «Que sea para bien». Son los que no le han votado. Pero hay algo común en unos y otros: La sonrisa esperanzada, ilusionante con la que se dirigen al nuevo alcalde de Valladolid para darle la enhorabuena.

«Es el momento de favorecer el empleo en todo lo que podamos, de atender a los que están tirados en la cuneta. De escuchar y gobernar para todos», insiste en este encuentro con LA RAZÓN.

A sus 46 años Óscar Puente ha logrado hacer realidad sus sueño de adolescente: Ser alcalde de Valladolid, la ciudad que le vio nacer. Para conseguir servir a los vallisoletanos y ser útil asegura que tanto él como su equipo serán «muy cuidadosos en el gasto; intentaremos no malgastar ni un euro, no llevar a cabo inversiones decorativas, sino productivas, e impulsaremos un Plan de Empleo para buscar nuevas inversiones en sectores complementarios que no tiene en este momento la ciudad».

«Pero hasta que eso llegue», explica, «nuestra prioridad será atender a los que más lo necesitan. No podemos consentir que un niño no haga tres comidas diarias, o de que haya familias que pasen por el trance de verse en la calle».

El alcalde socialista de Valladolid insiste una y otra vez en que trabajará, día tras día, en esa doble dirección de facilitar la creación de riqueza y puestos de trabajo, y, a la vez, frenar por todos los medios la marginación social.

Por este motivo, uno de los primeros retos que se plantea el alcalde de Valladolid es la apertura de dos comedores escolares este verano. Algo que «no es seguro, todavía, a un 100 por cien, pero sí en un tanto por ciento muy alto». «La concejala de Servicios Sociales, Rafi Romero, está trabajando a destajo en esta dirección, para lograr los permisos necesarios y empezar cuanto antes», destaca.

Óscar Puente apuesta con fuerza por «el diálogo, por pisar la calle y gobernar para todos». E insiste una vez y otra que «en estos momentos quien no sea capaz de acercarse a los ciudadanos, no abra las puertas y no escuche, no tiene futuro porque la sociedad lo va a apartar». Éste es uno de los motivos por los que el nuevo alcalde de Valladolid no pretende bajarse de la bicicleta para subirse al coche oficial. «No es tanto una cuestión de austeridad, porque los coches oficiales están ahí y no quiero que los cuatro chóferes pierdan su trabajo, sino de no perder la perspectiva, el pulso de la gente corriente y moliente». Asegura Óscar Puente a LA RAZÓN que cuando se está en un puesto como el suyo -alcalde de Valladolid- «perder la cabeza es muy fácil, no sólo porque recibes constantemente un tratamiento que te eleva, sino porque te lo puedes creer, lo cual es aún peor». «Todo lo que se haga por tener los pies clavados en el suelo es siempre poco», recalca.

Óscar Puente se siente muy satisfecho de su gente. Y así lo reconoce. Un equipo del que forman parte los representantes de Valladolid Toma la Palabra: «Tengo el equipo que quería. Porque siempre fui consciente que no podía lograr la mayoría absoluta, por lo que contaba con gobernar, como mínimo, con la gente de Izquierda Unida, unas personas con las que he trabajo en buena sintonía desde la oposición durante estos últimos cuatro años», explica. Por eso -agrega con rotundidad- «creo que soy muy afortunado por contar con compañeros como Manuel Saravia, un tipo muy querido en la ciudad, muy prestigioso y que tiene un conocimiento en materia urbanística que muy pocas personas tienen. Además, cuento también con gente muy preparada, con mucha experiencia como Alberto Bustos, María Sánchez, Antonio Gato, Ana Redondo, que va a ser la cara amable del Gobierno. En definitiva el equipo que quería, con personas preparadas, competentes y con mucha experiencia».

Pero el nuevo alcalde de Valladolid quiere contar con todos. Por esto tiende la mano a otras administraciones, como la regional y la provincial, así no sean del mismo signo político. En este sentido, subraya que tanto a la Junta como a la Diputación «les ofrezco lealtad y trabajo por el bien común de los ciudadanos». Eso sí, Óscar Puente, «sin hacer ruido, sin insultos y gritos en la prensa, y tratando de ser exigente con lo que la ciudad necesita, les voy a pedir, sobre todo al Ejecutivo autonómico, un mayor esfuerzo económico, ya que tenemos el Museo Patio Herreriano sin un céntimo de ayuda, una Seminci a la que nos dan una limosna, y quiero que ver al presidente de Castilla y León en el festival de Cine más importante de la Región y uno de los mejores de España».

Apostar por los de casa

Y es que, la Cultura es «muy importante» para la capital vallisoletana y «necesitamos el apoyo de todos», reitera. Además, el primer edil del Ayuntamiento de Valladolid afirma que su principal reto en esta materia «es potenciar a los creadores locales, porque hemos importado mucha cultura, alguna de calidad la verdad, pero se ha dejado de lado la capacidad de creación nuestra y con ella nuestra proyección fuera de nuestra tierra. Por ejemplo, con un espectáculo teatral que compramos no hacemos nada por la imagen de Valladolid, por lo que si somos capaces de impulsar un hecho cultural y lo sacamos fuera, sí que estamos haciendo algo por la ciudad». En este sentido, adelanta que «nos hemos encontrado en ciernes en el Teatro Calderón un espectáculo de producción propia que va a ser muy potente y por el que vamos a apostar muy fuerte. Y es que, si somos capaces de combinar nuestros creadores con la experiencia y calidad de gente de fuera, podemos pasear el nombre de Valladolid por todo el mundo».

Óscar Puente también se acuerda de los músicos. Se muestra partidario de «recuperar esa cultura floreciente. Creo que hay que devolver a esa gente la posibilidad de que sigan mostrando sus creaciones en lugares públicos y centros de ocio, ofreciéndoles las condiciones más favorables posibles, siempre que las leyes lo permitan y, por su puesto, conciliando con el derecho de la ciudadanía a descansar».

Un hombre de la tierra adentro que gusta andar en la verdad

¿Cómo sería el Valladolid que Óscar Puente querría? Pues un poco como es él: Una ciudad en la que quepan todos y cada uno aporte lo que buenamente pueda, desde el respeto y el deseo de compartir, y hacer el día a día más venidero. Una ciudad amable, no excluyente. Abierta de par en par al mundo, a la Comunidad Iberoámericana de Naciones, muy especialmente. Este socialista de 46 años muy unido a su familia y orgulloso de ser vallisoletano, llega a la Alcaldía de Valladolid con voluntad de escuchar y dialogar hasta la extenuación. De servir y ser útil para aupar a una de las ciudades españolas más históricas, más hermosas y con más potencialidades que tiene Europa. Óscar Puente no aspira a imponer nada. Si algún principio tiene es este: «Cada uno tiene sus razones y lo lógico es que las defienda. A mí lo que me importa y lo que voy a hacer es trabajar para que entre todos las sostengamos». Él es así: Seguro en sus convicciones, sereno, con sentido de lo público y voluntad de buscar lo más justo, lo más eficaz para unos y otros. También para los que no le han votado. Óscar Puente es un hombre de la tierra adentro que gusta ir con la verdad por delante, aunque a veces le perjudique. Humilde, en el sentido Teresiano de andar en la verdad. Un castellano sin tres ni revés, al que lo que de realmente le importa es lo más cercano, lo más humano.