Literatura

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Espido Freire denuncia el silencio de la cultura y la invisibilidad del pensamiento

La escritora participa en la UEMC en la segunda jornada del Congreso «Imagina Cervantes Hoy»

Rubén Abella, Luis Antonio de Villena, Espido Freire, Imelda Rodríguez, Cristina Fernández, Luis Miguel Torres y Carlos Aganzo, durante la segunda jornada del Congreso «Imagina Cervantes Hoy» de la UEMC
Rubén Abella, Luis Antonio de Villena, Espido Freire, Imelda Rodríguez, Cristina Fernández, Luis Miguel Torres y Carlos Aganzo, durante la segunda jornada del Congreso «Imagina Cervantes Hoy» de la UEMClarazon

La escritora participa en la UEMC en la segunda jornada del Congreso «Imagina Cervantes Hoy».

Muy crítica se mostró la escritora Espido Freire ante la situación actual que vive su sector y, en general, la cultura que, en su opinión, «ha quedado silenciada», al igual que el pensamiento que se ha vuelto invisible. Declaraciones que realizaba la ganadora más joven del Premio Planeta, al participar en la segunda jornada del Congreso «Imagina Cervantes Hoy» en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid, y donde se lamentó de la desaparición de autores del debate público, algo que está contribuyendo «al empobrecimiento de la riqueza intelectual, que existe, aunque silenciada».

Espido Friere adujo que esta razón está provocando que «no se permita conocer otras voces interesantes y enriquecedoras», que deben buscar otros medios alternativos, en especial, en las redes sociales -aunque no lleguen a todo el público- y, que esta motivando que los medios convencionales de comunicación «no esté atrayendo a gente nueva» y se quede únicamente con aquellas personas que se sienten cómodos todavía con ese formato Asimismo se refirió a la permisividad con la piratería y la lucha por los derechos de autor que están sufriendo en sus carnes los autores. Espido Freire confesó que esta situación le ha costado dos años de depresión. «Ha habido un momento en que el escritor ha salido de los medios de comunicación salvo para alguna entrevista y la promoción de un libro determinado», recordó.

Ya en el ámbito propio cervantina, Espido Freire consideró que se hace imposible aportar una visión del mundo sin el aprendizaje del pensamiento, los viajes o la lectura. «A la hora de crear nada está prohibido en todos los sitios», indicaba para resaltar que «El Quijote es una historia de un perdedor, que sigue perdiendo, aunque tiene una victoria moral». Espido Freire alabó la capacidad de Miguel de Cervantes por haber convertido la parodia en un género de arte. «Llegó a ser un canónico a través de la murga», aseveró, para señalar a continuación, que una de las herencias cervantinas es que «de todo se puede reír uno siempre que se lo tome en serio». Tras hacer una semblanza de la vida del autor manchego a través de sus juventud, viajes o su paso por el ejército, Freire reivindicó el idealismo quijotesco de que «perseguir un sueño, aunque no se consiga, es una lucha vital».

Por ello, concluyó su conferencia animando a los jóvenes estudiantes a defender sus ideales, para que en un futuro puedan convertirse en algo más.

Aganzo, Villena y Abella se preguntan en qué momento se dejó de leer El Quijote

La primera mesa redonda del Congreso «Imagina Cervantes Hoy» contó con la presencia del poeta y director de El Norte de Castilla, Carlos Aganzo; y los escritores Luis Antonio de Villena y Rubén Abella, quienes se refirieron a la obra cervantina desde una visión literaria. Aganzo se preguntaba en qué momento se dejó de leer El Quijote en los centros educativos y apuntaba en este sentido a la reforma educativa de la Logse. Villena señaló que esta obra magna de la literatura española fue una obra sencilla para la época y que su difusión fue rapidísima y lamentó que casi ningún icono literario es leído en la actualidad. Por su parte, Abella indicó que Cervantes abrió caminos insospechados y que el escritor «superará cualquier crisis».