Castilla y León

La delincuencia en Castilla y León se sitúa en su nivel más bajo de este siglo

Pese a todo, preocupa el aumento de los delitos que tienen que ver con la libertad e identidad sexual

La delincuencia en Castilla y León se sitúa en su nivel más bajo de este siglo
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Castilla y León es un territorio seguro para vivir y también para invertir. Al menos así se desprende del informe que daba ayer a conocer la delegada del Gobierno de España, María José Salgueiro, respecto a la criminalidad en lo que llevamos de año, después de reunirse en Valladolid con los subdelegados y con los mandos de la Policía Nacional, Guardia Civil y Dirección General de Tráfico.

Un documento en el que se revela que, hasta julio, la tasa de delincuencia, 29,3 infracciones por cada mil habitantes, se ha situado en los niveles más bajos de los últimos años. En los seis primeros meses de este año, el número de infracciones penales han descendido en 544 hasta las 35.404, lo que supone un 1,5 por ciento menos que en el mismo periodo de 2016.

Además, en el texto se pone de manifiesto que la gran mayoría de los delitos descienden. Con especial hincapié las sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas, que han descendido entre enero y julio un 56,5 por ciento, al pasar de las 1.115 del pasado año a las 630 actuales; o los robos con fuerza en domicilios, que caen también un 21,7 por ciento, al bajar de los 1.196 que se registraron en julio de 2016 a los 1.500 que se han llevado a cabo en lo que llevamos de año.

De la misma forma, cabe señalar que los delitos por tráfico de drogas también bajan de manera importante hasta los 130, un 16,1 por ciento menos que en 2016, así como los robos con violencia e intimidación (un 11,4 por ciento hasta los 382); o los hurtos, que caen un 8,5 por ciento hasta un total de 10.332 infracciones.

Delitos que crecen

Sin embargo no todo son buenas noticias en materia de delincuencia, ya que a pesar de estos esperanzadores datos, hay otro tipo de delitos que aumentan. Es el caso de los que tienen que ver con la libertad e identidad sexual, que se incrementan en Castilla y León un 30,5 por ciento, al pasarse en 2016 de los 131 a los 171 actuales. Se trata de un tipo de infracciones que incluyen desde la agresión, el acoso o el abuso, hasta la provocación, el exhibicionismo o la corrupción de menores.

Igualmente, también han aumentado los homicidios dolosos y asesinatos consumados, que pasaron de tres a cinco en un año, así como los asesinatos en grado de tentativa, de los que registraron nueve, por ocho hace un año.