Valladolid

La fotografía más profunda y personal de Duane Michals llega a la capital vallisoletana

Las imágenes más tradicionales, sus secuencias y retratos más criticados, pero también su arte más reciente y la ironía con que describe la fotografía actual reflejan los pensamientos más profundos de Duane Michals, una selección de las cuales ha llegado a Valladolid. La sala de San Benito alberga desde hoy la exposición «A B C Duane Michals», compuesta por un centenar de imágenes que, alejadas de la tradición fotográfica, «hacen un repaso por la obra conceptual, irónica y más íntima del artista», explicó la comisaria de la muestra, Lucía Orsi.

La sala principal acoge los trabajos más recientes como son las imágenes japonesas, en las que «trabaja una nueva forma de fotografiar inspirada en arte popular japonés». En ellas Michals mezcla las influencias orientales y occidentales y difumina los límites entre fantasía y realidad.

La serie sobre arte contemporáneo también se puede admirar en esta sala donde refleja con obras llamativas y de grandes dimensiones, los «vicios y la artificialidad» de los trabajos fotográficos actuales.

En este contexto, Michals, que ha trabajado como diseñador gráfico y ha colaborado con revistas internacionales, transmite un consejo a los jóvenes fotógrafos: «nunca intentes ser un artista, simplemente haz tu trabajo y si tu trabajo es real se convertirá en arte», frase que se puede leer sobre sus obras más modernas y críticas. La sala contigua es un homenaje a su carrera profesional en la que se pueden encontrar los primeros retratos que realizó en un viaje que hizo a Rusia, durante la Guerra Fría, para conocer sus orígenes y donde descubrió su vocación.

Desde entonces, los retratos y autorretratos son una de las expresiones más sensibles y personales del fotógrafo estadounidense, así como las secuencias con las que en los años 60 quiso romper con la visión clásica de la imagen única.

A través de la secuencia, Michals es capaz de contar historias utilizando la cinematográfica técnica de los fotogramas, para «hacer ver al espectador lo que hay más allá de la realidad única». Las secuencias y los foto-textos tienen una especial relevancia tanto para esta exposición como para la carrera del artista, a pesar de las numerosas críticas que recibieron por su «excesivo atrevimiento», ha indicado la comisaria de la exposición.