La Granja estrena la primera gran estación de repostaje verde para vehículos eléctricos

Está previsto que empiece a funcionar en menos de un mes y ha contado con una inversión de 160.000 euros.

Noventa módulos solares, una estructura metálica de cinco metros de altura y ocho surtidores componen la electrolinera de La Granja (Segovia), pionera tanto por sus dimensiones, que permiten cargar hasta veinte vehículos de forma simultánea, como por ser la primera «totalmente sostenible».

Esta estación de repostaje para vehículos eléctricos, que está previsto que empiece a funcionar en menos de un mes, ha contado con una inversión de 160.000 euros y es, según ha explicado hoy el administrador de la empresa Electrolineras Sostenibles, Agustín Muñoz, «la mayor del mundo». Los ocho surtidores cargan en corriente continua rápida a una potencia de treinta kilovatios por hora, lo cual garantiza que en veinte minutos la batería recupere el ochenta por ciento de la carga.

No obstante, ha indicado que las plazas de aparcamiento de la estación contarán con puntos de recarga individuales en corriente alterna de veintidós kilovatios por hora que permitirán el repostaje del vehículo en una hora.

Los precios serán un cincuenta por ciento más baratos que los que ofrecen las empresas del sector, ya que todas sobrepasan los diez euros, mientras que la de La Granja permitirá repostar por aproximadamente cinco euros a todos aquellos vehículos ajenos a la red de concesionarios de la empresa, ya que estos tendrán cargas ilimitadas gratuitas durante cinco años.

Por su parte, el alcalde de La Granja, Jose Luis Vázquez, ha explicado que las ventajas de esta estación respecto a los puntos habituales es la reducción del tiempo de carga de varias horas a tan solo veinte minutos, la capacidad de hasta veinte coches y el empleo de energía totalmente sostenible.

Asimismo, ha avanzado que es «un proyecto de gran futuro» ya que según los grandes grupos de la automoción en un plazo de diez años «la mayor parte del parque móvil del país será eléctrico», aunque en su opinión «no es una decisión que tomen por convicción sino por conveniencia».