Luis Argüello anima a los jóvenes a incorporarse a la labor misionera

El obispo auxiliar de Valladolid alerta de la escasez de vocaciones, al presentar el día del Domund.

«Sal de tu tierra», es el lema escogido este año por los cristianos para celebrar el Domund este próximo domingo. Una jornada, conocida principalmente por la colecta que se lleva a cabo en las misas dominicales, pero también a lo largo de estos días en parroquias, colegios o cofradías para recaudar fondos y ayudar a la misión evangelizadora de la Iglesia Católica así como a la promoción humana en todo el mundo. Especialmente en los lugares más pobres y en aquellos donde tiene más complicado subsistir por guerras o persecución religiosa.

Si bien, desde la Archidiócesis de Valladolid quieren también este año promover nuevas vocaciones para poder seguir llevando la palabra de Dios a todos los rincones.

Preocupado por la escasez de brazos y por la edad avanzada de los misioneros, el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, hacía ayer un llamamiento a esta causa, especialmente a los jóvenes, a los que invitaba a apuntarse a esta experiencia, ya sea unos meses, un año entero e incluso más tiempo.

Igualmente, invitaba también a seguir cuidando la animación misionera e intensificar la que se lleva a cabo en colegios, grupos de catequesis o en las propias parroquias para despertar conciencias. En este sentido, el delegado diocesano de misiones, Javier Carlos Gómez, destacaba que la mayor parte de estas vocaciones surgen de ahí, del encuentro y el intercambio de experiencias con otros misioneros.

Argüello advertía también de la crisis espiritual y económica actual, «que nos hace más egoístas», decía, pero confiaba en que, pese a la necesidad que tiene la Diócesis de Valladolid de nuevas vocaciones, este hecho no suponga cerrar la puerta a salir fuera. Actualmente, hay 195 misioneros de la Diócesis vallisoletana por todo el mundo, la mayoría en la América Hispana, de los cuales una docena son laicos, una realidad que poco a poco se está consolidando y que la Iglesia acoge con los brazos abiertos. Una de estas evangelizadoras es Soledad Losada, que ha vivido como misionera en Colombia, Guatemala y Honduras, y quien animaba a participar de la misión para llevar esperanza y una formación a los más pobres. «Te enriquece la vida», aseguraba.

El pasado año, la Diócesis de Valladolid recaudó 225.000 euros para el sustento de las familias misioneras, la mayor parte de (116.000) de las parroquia.