Agricultura

Martínez Majo apuesta por incentivar a los productores del tomate de Mansilla

A la izquierda, el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo brinda con zumo de tomate con la subdelegada del gobierno, Teresa Mata, el alcalde de Mansilla, José Luis Méndez y el diputado José Miguel Nieto.
A la izquierda, el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo brinda con zumo de tomate con la subdelegada del gobierno, Teresa Mata, el alcalde de Mansilla, José Luis Méndez y el diputado José Miguel Nieto.larazon

Cientos de personas se acercaron ayer hasta la localidad leonesa de Mansilla de las Mulas para participar y disfrutar de la XXVII Feria del Tomate, donde se pusieron a la venta alrededor de 8.000 kilos de este producto hortícola. Entre ellos, el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, la subdelegada del Gobierno, Teresa Mata, el alcalde de Mansilla, José Luis Méndez, o el diputado José Miguel Nieto.

Martínez Majo destacaba la calidad de este producto, que lleva veinte años luchando por recibir el reconocimiento de Indicación Geográfica Protegida, así como su importancia en el desarrollo económico y social de esta zona de la provincia. Por ello, aseguraba que desde la institución provincial se está trabajando para potenciar este tomate, de sabor dulce y poca piel, impulsando su producción y comercialización e incentivando de alguna manera a los productores para que estos vean que este producto interesa cada vez más y tiene salida.

Respecto a la campaña de este año, que viene por retraso debido a la climatología, desde la promotora de la IGP del tomate de Mansilla se calcula una producción próxima a los 60.000 kilos. Su secretario, Álvaro Miguélez destaca la importancia de que en esta campaña haya dos productores más que hace un año, con lo que son una docena los que pertenecen a esta variedad. Miguélez explica que la campaña ha venido un poco retrasada como consecuencia de las condiciones climatológicas de los últimos meses, aunque en los últimos días «está saliendo una cantidad importante».

En lo que respecta a la consecución de este marchamo de calidad, este productor tiene claro que sería el espaldarazo que necesitarían para tirar hacia adelante aunque reconoce que sigue estando «bastante lejos». Sin embargo, se quiere contar con el prestigio del consumidor y del productor y que, independientemente de que se tenga o no marchamo oficial, se aprecien las diferencias. «Es un tomate con una calidad diferencial y lo podemos vender, con esa diferencia de cualquier otro tomate más», apunta Miguélez, en declaraciones recogidas por Ical.