Cracovia

Más de 3.000 jóvenes de la Comunidad irán a Cracovia para las Jornadas de la Juventud

Luis Argüello asegura que «supone un reto acudir a Polonia para expresar una fe sin fronteras»

El auxiliar de obispo de Valladolid, Luis Argüello, junto a Jesús Campos y Jorge Fernández
El auxiliar de obispo de Valladolid, Luis Argüello, junto a Jesús Campos y Jorge Fernándezlarazon

Más de 3.000 jóvenes de Castilla y León viajarán a Polonia para participar en Cracovia, del 26 al 30 de julio, en la 31ª Jornada Mundial de la Juventid (JMJ). Se sumarán a los más de 30.000 peregrinos españoles que comenzarán un día antes la celebración con una misa en el santuario mariano de Czestochowa concelebrada por el cardenal Ricardo Blázquez.

El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid celebrará la eucaristía junto a medio centenar de obispos y medio millar de sacerdotes españoles delante de la imagen de la Virgen de Czestochowa, predilecta de Juan Pablo II, el polaco pontífice que instituyó las JMJ.

«Supone un reto acudir a Polonia para expresar una fe sin fronteras y participar del evangelio», reflexionó el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, durante la presentación de las sucesivas peregrinaciones que a partir de la segunda quincena de julio partirán a Polonia desde esta ciudad.

Esta experiencia vincula a asistentes de numerosas nacionalidades en una «extraordinaria celebración que nos vincula a todos más allá de fronteras y banderas», lo que supone «una contribución a la paz en el mundo», recalcó Argüello.

Los peregrinos castellanos y leoneses irán a Cracovia cuando se cumplen 25 años de la primera celebración de la JMJ en esta ciudad polaca, apenas dos años después de la caída del Muro de Berlín y del inicio del proceso de apertura política y social en los países de la Europa del Este.

Todos ellos han respondido a la llamada del Papa Francisco para asistir a este encuentro dentro del Año Jubilar de la Misericordia, recordó Argüello, quien animó a los participantes a viajar sin miedo por su seguridad. «Lo peor que puede ocurrir es que el miedo y la desconfianza se apoderen de nosotros por la amenaza terrorista. No debemos dejarnos vencer por los miedos», subrayó el obispo auxiliar.