Educación

Más itinerarios y más horas para acercar la Universidad de la Experiencia a los pueblos.

La consejera Alicia García abre un nuevo curso en Ávila que contará con unos 4.500 alumnos mayores.

José Franciso Herrero, Cristina Pita, Alicia García y José Luis Rivas en la inauguración del curso en Ávila.
José Franciso Herrero, Cristina Pita, Alicia García y José Luis Rivas en la inauguración del curso en Ávila.larazon

La consejera Alicia García abre un nuevo curso en Ávila que contará con unos 4.500 alumnos mayores.

Más itinerarios y más horas para llegar a un mayor número de personas, en especial en los pueblos, y que puedan participar en los distintos cursos del Programa Interuniversitario de la Experiencia. Una propuesta más modernizada que ofrecerá, a partir de este curso, la posibilidad al alumnado de ser más activos a la hora de elegir su currículo.

Una apertura oficial que se celebraba en la capital abulense y que contaba con la presencia de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Alicia García, quien explicaba que se ha pretendido «reforzar, modernizar y completar el programa», una actividad que el año pasado contó con casi 4.500 alumnos en toda la Región, una cifra que se puede superar este año.

Nuevos perfiles

Este año habrá 27 sedes en toda la Comunidad gracias al apoyo de ocho universidades públicas y privadas de la Región. A todos estos lugares llegarán los cambios de este año que también se basan en dar respuesta a un nuevo perfil de alumno, que llega al programa cada vez con mayor preparación académica, así como a un número en constante incremento de antiguos estudiantes que desean seguir vinculados al mismo.

Además, también se da respuesta a la demanda de los alumnos que querían un mayor número de horas y una mayor capacidad de elección de las materias. Para conseguirlo se ha llevado a cabo un aumento de un 41 por ciento del presupuesto llegando a los 160.000 euros, para hacer «más atractivo» el programa.

La Universidad de la Experiencia facilita el acceso a la cultura en un escenario como el universitario y promueve la actividad intelectual y el mantenimiento de las capacidades cognitivas; facilita las relaciones sociales con otros mayores con intereses comunes y las relaciones intergeneracionales con jóvenes en un ámbito, habitualmente de jóvenes, como el universitario.