España

Otra cornada mortal empaña el primer encierro de Cuéllar

Un novillo hiere de muerte en el corazón a un guipuzcoano de 63 años

Bonita carrera de varios caballistas con uno de los animales por el campo. Abajo, un astado embiste en la zona urbana
Bonita carrera de varios caballistas con uno de los animales por el campo. Abajo, un astado embiste en la zona urbanalarazon

Los encierros más antiguos de España, declarados de Interés Turístico Nacional, también se tiñen de sangre y luto, en un año horrible para los amantes de los festejos taurinos en España. La muerte, ayer en el primero de los encierros de Cuéllar de J.M.R.B., un guipuzcoano natural de Rentería de 63 años, eleva a doce el número de víctimas este año en este tipo de celebraciones en nuestro país, la segunda de ellas en Castilla y León en apenas quince días entre ambas, tras la que se registraba el pasado 15 de agosto en el vecino municipio vallisoletano de Peñafiel, cuando perdía la vida José Alberto Peñas, un joven de 33 años de Traspinedo, donde era concejal, tras una brutal cogida en el muslo derecho que le afectaba a la arteria femoral.

J.R.M.B. era arrastrado primero y corneado mortalmente después sobre las nueve y media de la mañana por un animal que se había quedado rezagado de la manada. El astado hería de muerte al corredor vasco en la denominada zona del embudo, la más rápida y peligrosa del encierro cuellarano, que es donde los toros dejan el campo para acceder al recorrido urbano de ochocientos metros. Un lugar en el que está prohibido permanecer y donde siempre se avisa a la gente mediante carteles y también por megafonía y carteles de la peligrosidad de dicha zona en la que apenas se ve algo por la polvareda que suele levantarse y porque no se puede garantizar la seguridad a los corredores ya que existe solo vallado de delimitación y no de protección. El novillo, de la ganadería gaditana Blázquez y Rein, hería al hombre en el tórax con una cornada que le afectó directamente al corazón causándole la muerte prácticamente en el acto, según aseguraba el médico de la enfermería de la plaza de toros, Pablo Vázquez.

Nada más conocerse el trágico suceso, el alcalde de Cuéllar, el popular Jesús García, lamentaba el fallecimiento del corredor guipuzcoano y daba el pésame a su familia. Igualmente, recordaba que hacía muchos años que no producía una cogida mortal en los encierros de Cuéllar y confirmaba que las fiestas y los festejos taurinos proseguirán hasta el jueves y no se suspenderán, como se había especulado. Si bien, deseaba que hasta entonces no se repitan situaciones como las vividas ayer.

El encierro dejaba también un herido por contusiones que era trasladado para obervación al complejo hospitalario de Segovia mientras que un caballista se llevaba un pequeño susto en la zona de pinares tras ser embestido por uno de los astados, aunque sin consecuencias graves. El recorrido urbano, repleto de gente detrás de las vallas, apenas dejaba alguna carrera buena delante de los animales, debido a que la manada estaba disgregada, y no hubo que lamentar ningún herido más.

Ya por la tarde, se celebraba la apertura oficial de las fiestas con el pregón del periodista francés Andrés Viard, especialista en toros, se sacaba en procesión a la patrona, la Virgen del Rosario, y se clebraba un torneo goyesco de cortes.