Patrimonio

Reaparece la Cruz Parroquial de San Miguel en Peñafiel, del siglo XVII, tras treinta años oculta

El sacerdote José Jaime Aránega Gómez observa junto al altar de la iglesia la obra de plata encontrada, del siglo XVII, que ahora pretende restaurar gracias a la colaboración ciudadana
El sacerdote José Jaime Aránega Gómez observa junto al altar de la iglesia la obra de plata encontrada, del siglo XVII, que ahora pretende restaurar gracias a la colaboración ciudadanalarazon

Escondida dentro de un arcón que se ocultaba en una de las estancias de la Casa Parroquial de la localidad vallisoletana de Peñafiel, y algo estropeada.

Escondida dentro de un arcón que se ocultaba en una de las estancias de la Casa Parroquial de la localidad vallisoletana de Peñafiel, y algo estropeada. Así reaparecía recientemente la Cruz Parroquial de San Miguel, tras algo más de treinta años en paradero desconocido, y después de que mucha gente del municipio, preocupada, preguntara más de una vez por ella.

Una obra de plata, realizada a mediados del siglo XVII por Juan de Segovia, orfebre de Peñafiel, que se encontraba por casualidad en el interior de un baúl en compañía de otras joyas religiosas sueltas. Todas ellas de plata o bañadas en oro, y de gran valor, como cálices, vinajeras, patenas, relicarios, ánforas de óleo antiguas y centros procesionales. Muchas de estas piezas en desuso y guardadas en cajas de cartón.

Ahora, la parroquia peñafielense quiere recuperar esta obra junto con dos ciriales de metal con velas que se utilizan para los actos litúrgicos, para que la Cruz vuelva a presidir en todo su esplendor en el altar de la iglesia de San Miguel de Reoyo de Peñafiel.

De la mano del sacerdote José Jaime Aránega Gómez, se ha puesto en marcha una campaña de recogida de fondos para poder acometer dicha restauración. Un trabajo que llevará a cabo la joyería vallisoletana Zúñiga, y que cuesta alrededor de 2.650 euros. Unos 1.500 la Cruz, 400 los ciriales y, el resto, el IVA.

En la entrada al templo se ha situado una réplica de madera en miniatura, realizada con cuidado por un carpintero local, que cuenta con una urna para que tanto los peñafielenses que lo deseen como los numerosos turistas que visitan esta iglesia, de arquitectura sobria y elegante del siglo XVI y con algún resto románico del XII, puedan depositar su donativo y colaborar.

Hasta el momento ya han reunido unos 500 euros, y según avanza Aránega a LA RAZÓN cuentan con otros 500 más comprometidos por la Junta de Cofradías de la Villa.