Castilla y León

Se estanca la creación de industrias y los empresarios reclaman un pacto nacional

Cecale también propone un convenio que impulse la Ia+D+i y consiga la amortización fiscal.

La Razón
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Cecale también propone un convenio que impulse la Ia+D+i y consiga la amortización fiscal.

La reindustrialización de Castilla y León es un reto básico asumido por todas las fuerzas políticas para consolidar el crecimiento y la creación de empleo estable, equilibrar el desarrollo territorial e impulsar una economía basada en el conocimiento y las nuevas tecnologías.

El reto político que se plasmará en un pacto en las Cortes autonómicas, es que el sector alcance un peso del 20 por ciento del PIB en 2020 e incluso el presidente Juan Vicente Herrera trasladó durante la Conferencia de Presidentes la necesidad de un acuerdo similar que impulse el sector de forma global en España.

Sin embargo, mucho habrá que remar para alcanzar ese reto si se atiende a la evolución del número de estas actividades en 2016, cuando la creación de industrias se estancó en Castilla y León, frente a avances en el resto de sectores. La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) advirtió, que «es necesario y urge contar con un pacto industrial nacional que asiente la recuperación económica».

Los datos que facilita el Ministerio de Empleo y Seguridad Social recogidos por Ical, así lo atestiguan. Y es que el año 2016, cerró en Castilla y León con un total de 6.908 industrias que cotizaban a la Seguridad Social, la misma cifra que a 31 de diciembre de 2015. Esta parálisis industrial contrastó con las 390 empresas nuevas en los servicios, hasta 49.261; las 169 en el sector primario, para cerrar 2016, con un total de 5.501; y las 164 en la construcción, donde se contabilizaban 6.942 al cierre del año.

En su conjunto, Castilla y León acabó el año con un total de 68.612 empresas inscritas en la Seguridad Social, 723 más que en 2015, con un crecimiento del 1,1 por ciento, frente a un aumento en el conjunto nacional del dos por ciento, hasta las 1.312.345. Pese al marasmo del emprendimiento en el sector industrial en 2016, lo cierto es que sin sumar actividades, las que se mantuvieron operativas generaron un buen número de puestos de trabajo.

En concreto y siempre según las cifras que maneja el departamento que dirige Fátima Báñez, las industrias generaron 4.026 empleos por cuenta ajena, hasta sumar 123.070, con un avance porcentual del ,3,4 por ciento. Sin embargo, en datos absolutos el sector que más empleo generó fue el terciario, con 11.334, hasta concluir el ejercicio con 427.705 asalariados, y un avance relativo del 2,7 por ciento.

En términos porcentuales, el sector que creció más en puestos de trabajo fue el agrario, donde avanzaron un 7,3 por ciento, con 1.090 empleos más, hasta un total de 16.098. En cuanto a la construcción, daba empleo a 31 de diciembre de 2016, a 33.001 personas, lo que supone 949 más que en la misma fecha de 2015, con una subida relativa de tres puntos.

En el conjunto de la Comunidad, los diferentes sectores empresariales crearon a lo largo del año pasado 17.399 empleos, hasta un total de 599.874 puestos de trabajo asalariados, con un aumento porcentual del tres por ciento, inferior no obstante a la media registrada para el conjunto nacional, que se situó en el 4,3 por ciento, con 12.8131.998 trabajadores al término del periodo.

Ganar dimensión

Fuentes de Cecale remarcaron que el sector industrial, a pesar de que no registró aumentos del número de compañías, «las empresas ya constituidas crearon puestos de trabajo». Este crecimiento es «importante» para los empresarios, ya que «es necesario para adquirir mayores economías de escala, ampliar mercados y oportunidades de negocio».

A pesar de esta situación, desde Cecale insistieron en que «es necesario y urge contar con un pacto industrial nacional con el fin de que se asiente la recuperación económica». Asimismo, explicaron que el sector industrial requiere, de manera especial, contar con un adecuado entorno en el que desarrollar su actividad, pero también con unas bases «sólidas y permanentes» de inversión en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), que favorezcan el desarrollo y consolidación de su actividad; así como un compromiso firme de dotar de continuidad a proyectos de I+D+i.