Cultura

Zamora llora al pintor Luislo, ejemplo de talento y entereza

El funeral será hoy a las 11 horas en la iglesia de Lourdes de la capital zamorana

El presidente Juan Vicente Herrera felicita a Luis Lorenzo Navarro durante los Premios de LA RAZÓN
El presidente Juan Vicente Herrera felicita a Luis Lorenzo Navarro durante los Premios de LA RAZÓNlarazon

Estupendo artista, tanto por su pincelada como por el manejo del color, y hombre de corazón abnegado y bueno, muy bueno. Así era Luis Lorenzo Navarro, Luislo para los amigos. Una de esas personas que pasan por la vida amando y haciendo el bien a manos llenas.

Estupendo artista, tanto por su pincelada como por el manejo del color, y hombre de corazón abnegado y bueno, muy bueno. Así era Luis Lorenzo Navarro, Luislo para los amigos. Una de esas personas que pasan por la vida amando y haciendo el bien a manos llenas. Ejemplo de talento artístico, de esfuerzo y entereza. Unas cualidades que se pueden aplicar, también, a su esposa Francisca Pascual Morán, la entrañable Paquita. Juntos fueron, los dos, como un latido del corazón de Dios en esta tierra y lo van a seguir siendo para su hija Eva y para tantos y tantos amigos extendidos por todo el mundo a los que acompañan la claridad de sus paisajes y figuras.

Luislo fallecía a los 63 años en la madrugada de ayer repentinamente. El funeral se celebrará hoy a las 11 horas en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de Zamora.

Nacido en la localidad zamorana de Abezames en 1953, Luis Lorenzo se sintió atraído por la enseñanza desde muy pequeño. A esta profesión dedicó los mejores años de su juventud como maestro. Con 36 años le fue diagnosticado un derrame medular que le postró en una silla de ruedas de por vida.

Empezó a pintar con la boca gracias al aliento de Paquita, de quien afirmaba: «Mi mujer son mis pies, mis manos e incluso mi cabeza». El propio Luislo describía así aquella nueva pasión pictórica en el Hospital de Parapléjicos de Toledo: «Un día me sacaron al patio y dibujé con la boca un olivo a la acuarela. Me gustaba mucho el dibujo, pero es demasiado cambio el pintar con la boca. Al principio fue costoso, estuve unos cuatro meses dibujando al carboncillo, hasta que me metí con el óleo. Pero todo, poco a poco».

Luis Lorenzo pertenecía, desde hace más de 20 años, a la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, un colectivo internacional formado por artistas parapléjicos y tetrapléjicos, con el fin de potenciar su talento, dar a conocer su obra y abrir horizontes. Esto llevó a Luislo a pintar sin descanso, y a que sus cuadros, de gran belleza, se coticen internacionalmente y estén en museos y hogares de todo el mundo. Luislo era consciente de su responsabilidad para que los demás percibieran su situación con absoluta normalidad: «No soporto que me miren con pena. Puedo entender que lo que hago suscite admiración, pero creo que cualquiera puede llevarlo a cabo. Es cuestión de esfuerzo, trabajo y perseverancia».

Por estos motivos, el diario LA RAZÓN, le otorgó en 2016 el «Premio a la Superación», con el que quiso poner de relieve además de la bellísima creación pictórica de Luislo, su increíble entereza para sacar de sí mismo lo más noble y valioso del ser humano.