150 años de música

Enric Morera sigue siendo, a los 150 años de su nacimiento, uno de los gigantes de la música catalana. Su aniversario ha propiciado una importante exposición que acaba de abrir sus puertas en Sitges. Documentos, objetos personales y obras de arte permiten introducirse en la personalidad de Morera desde una dimensión diferente, una introducción al compositor y músico, especialmente célebre por su trabajo en el terreno sardanístico y coral, con piezas que se siguen interpretando todavía, como «La Santa Espina». En este sentido, buena parte de los fondos que se exhiben proceden de la Biblioteca de Cataluña donde se guarda la totalidad del archivo personal del gran maestro barcelonés.

La exposición está instalada en la sala de Can Rocamora de Sitges, integrada en la estructura del Cau Ferrat y el Museu de Maricel de esta localidad. En ella se pueden ver un centenar de piezas que dibujan un retrato tanto del músico como de su tiempo. Eso es lo que han tratado de reflejar Pol Cruells y Francesc Parra, comisarios de la exposición, e Ignasi Domènech, coordinador de la misma.

Cuando Enric Morera muró en la Barcelona de 1942 dejaba tras de sí más de cien obras de muy diferente tipo, entre sardanas, obras sinfónicas, partituras para escena y poemas corales. En su repertorio descataban la célebre sardana «La Festa Major», una de las músicas más interpretadas en la fiesta mayor de Sitges; «La Santa Espina», «La sardana de les monges», «L’Empordà» o «Baixant de la Font del gat», por citar unas cuantas.

La exposición subraya el vínculo de Morera con el Modernismo, especialnmenten Sitges, donde estuvo presente en las fiestas que organizaba su amigo el polifacético Santiago Rusiñol. A este respecto, fueron las estancias en la población que ahora le dedica la muestra decisivas en su biografía, hasta el punto que acabó viviendo durante una temporada de su vida, además de ser la localidad de su esposa Maria Riera i Mestre.

Entre las piezas presentes destacan algunos objetos personales como sus gafas, su pipa o su pluma. A ello se le suman algunas una selección de partituras manuscritas originales y otras impresas, además de cartas, fotografías, carteles y programas de mano de época en los que se hace mención a la producción musical de Enric Morera.

Los materiales expuestos proceden, como se ha indicado mayoritariamente de la Biblioteca de Cataluña, así como otras colecciones como la del Cau Ferrat, el Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac), el Museo de la Música de Barcelona, además de numerosas colecciones privadas. El recorrido se complementa con «Retrato de Enric Morera dirigienco el coro Catalunya Nova», un cuadro de 1897, realizado por Santiago Rusiñol, y expuesto en el Saló Gran del Cau Ferrat.

Todo ello sirve para rendir homenaje a un verdadero gigante de nuestra música.