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Colau rechaza la «hoja de ruta» de la independencia que exige ERC

La alcaldable por Barcelona en Comú, Ada Colau, durante la entrevista.
La alcaldable por Barcelona en Comú, Ada Colau, durante la entrevista.larazon

La cabeza de lista de Barcelona en Comú (BComú), Ada Colau, ha descartado hoy adherirse al pacto de la hoja de ruta para la independencia, condición para llegar a pactos en Barcelona que le ha puesto el presidente de ERC, Oriol Junqueras.

A diferencia de lo ocurrido en otras grandes ciudades de España, como Madrid o Valencia, la líder de Barcelona en Comú (BComú), Ada Colau, está encontrando muchos más obstáculos para formar gobierno que otros candidatos a la alcaldía en su misma situación. Poco importa que su plan de rescate ciudadano o sus propuestas antidesahucios sean compartidos con otros partidos. En Cataluña lo único que importa es la independencia. Ni las teóricas afinidades con partidos de izquierda ni los programas sociales. Al fin y al cabo, dos formaciones, sobre el papel, antagónicas, como CiU y ERC, han llevado las riendas de la Generalitat durante la última legislatura. Dos formaciones a las que, pese al aumento del independentismo en las pasadas elecciones, se les encoje el corazón al ver que Barcelona ha dado la espalda a sus anhelos.

No es de extrañar, pues, que el azote de BComú sea el propio líder de los republicanos, Oriol Junqueras, quien propone algo tan sencillo como gobernabilidad a cambio de soberanismo. Colau, sin embargo, aseguró ayer, en declaraciones a la televisión municipal de Barcelona, que no firmará «hojas de ruta impropias».

Colau considera que la ciudadanía no entendería que no se pusieran de acuerdo entre las fuerzas de izquierdas para poder hacer frente a las «urgencias y prioridades sociales que tiene Barcelona». «Barcelona es la capital de Cataluña, pero es una ciudad de 1.600.0000 vecinos y vecinas, con su pluralidad, y merece tener un proyecto propio de ciudad», subrayó. No obstante, la futura alcaldesa de Barcelona aseguró que las conversaciones con el PSC, e incluso con ERC, son «positivas» y «están abiertas». La cabeza de lista de Barcelona en Comú se decanta por «pactos lo más estables posibles, por el bien de la gobernabilidad», pero también aseguró que están preparados para gobernar en minoría, para lo que están elaborando el «mejor equipo» posible. Pese a que no quiso concretar ningún aspecto de las negociaciones, explicó que las conversaciones se producen «cada día» y «ya se ha avanzado en algunos temas».

Una de las concesiones que ha hecho Colau a los independentistas es la posibilidad de realizar una consulta a los barceloneses sobre una eventual adhesión a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Aun así, no tiene claro si será antes o después de las elecciones del 27-S, pero, en cambio, sí que defiende que sea «la ciudadanía quien hable» y quien decida sobre el futuro papel de la ciudad en esta cuestión.

CDC

Tras el portazo de Colau, el coordinador general de CDC, Josep Rull, lamentó que el Ayuntamiento de la capital catalana no apoye la hoja de ruta. A su juicio, Colau se muestra «como una tercera vía por la izquierda». Rull subrayó que con un alcalde como Xavier Trias (CiU) el proceso soberanista no tendría que superar hechos como éste, porque el Ayuntamiento estaría junto al presidente de la Generalitat, Artur Mas, sin ambages.

Sobre posibles pactos municipales en Barcelona también hablaron ayer Jaume Collboni y Alberto Fernández, cabezas de lista respectivamente del PSC y PP, las dos formaciones que junto a CiU perdieron concejales en las pasadas elecciones municipales.

Collboni, en una clara referencia al compromiso explícito con el proceso soberanista que ERC le pide a BComú, señaló que «supeditar o subordinar a pactos previos u otros proyectos» hace muy difícil sumar, mientras que «si se basa la negociación en la lógica de Barcelona se pueden encontrar puntos de encuentro», en especial entre las fuerzas de izquierda. Por su parte, Fernández reconoció que, si dependiera de ellos, Ada Colau «no sería» alcaldesa, pero que para impedirlo «con una mayoría de gobernabilidad» las sumas no dependen de él.