Ayuntamientos

Ada Colau desoye al pleno y se niega a derribar Can Vies

La alcaldesa no colocará pantallas para emitir partidos de la Selección por razones de civismo

Colau se comprometió a iniciar las obras para cubrir la Ronda de Dalt en este mandaro
Colau se comprometió a iniciar las obras para cubrir la Ronda de Dalt en este mandarolarazon

Desde que la CUP ya no anima los plenos del Ayuntamiento con sus «performances» –véase la del edil Josep Garganté, cuando tiró billetes falsos a la bancada convergente o la que protagonizaron conjuntamente María Rovira y María José Lecha al colocar en mitad del Saló Reina Regent la placa que previamente habían arrancaron de la plaza Joan de Borbó– las sesiones son cada vez más tediosas.

Ayer, la única que consiguió despertar a los periodistas de su letargo fue la alcaldesa cuando tiró de ironía para justificar su decisión de no colocar pantallas con motivo de la Eurocopa de fútbol, tal y como le requería el líder municipal del PP, Alberto Fernández. El popular dijo no entender por qué el Ayuntamiento no posibilita a los ciudadanos visionar en espacios públicos a la selección española «a coste cero» y sí otros acontecimintos como fue «el acto de su investidura, con un gasto para las arcas públicas de 12.000 euros». «Si llega a la final, encantada de ver el partido en el bar que usted quiera como se ha hecho toda la vida», le contestó Colau para zanjar el tema, a pesar de que hay más de 35.000 firmas que reivindican la implantación de las pantallas. La explicación a la negativa tiene que ver, según la primera edil, con los problemas de orden público que generan estos acontecimientos. «¿Permitirá entonces las ‘fiestorras’ de Can Vies?», le espetó Fernández, tras la decisión expresada por Bcomú en el mismo pleno de no derribar el edificio ocupado.

Aunque el asunto de Can Vies es ya recurrente en las sesiones plenarias, lo cierto es que nunca antes el gobierno municipal se había expresado con tal claridad: «Estamos trabajando para preservar este centro», subrayó la alcaldesa, haciendo oidos sordos a lo aprobado por mayoría en la Comisión de Ecología y Urbanismo, que optó por derribar el inmueble. Sobre los problemas de incivismo que según el edil de Ciutadans, Koldo Blanco, se producen en el centro «okupa», Colau afirmó que «si existen habrá que intervenir», pero dejando claro que su voluntad es dar apoyo a Can Vies porque es un proyecto que tiene «un retorno social positivo para la ciudad».

A pesar de la rotundidad de sus palabras, Colau cada vez es más consciente de que gobierna en minoría. Y más, tras su estrepitoso fracaso para sacar adelante los presupuestos, algo que le llevó a anular el anterior plenario para no perder la votación.

Ayer, se evidenció de nuevo esta falta de apoyos con el proyecto de cobertura de la Ronda de Dalt, una cuestión que ya abordó el anterior alcalde Xavier Trias con los socialistas. De hecho el PSC puso como condición «sine qua non» para firmar el pacto de estabilidad en esta legislatura, que se destinasen 15 millones de partida para comenzar las obras.

Sin embargo, el gobierno de BComú no quiere comprometerse a iniciar el proyecto en este mandato porque «no creemos en obras faraónicas e irrealizables, tenemos la obligación de finalizar lo que arrancamos», explicó ayer la concejal de Urbanismo, Jant Sanz. Ante tal declaración, el aluvión de críticas del resto de la oposición no se hizo esperar. Y no es para menos, teniendo en cuenta que la cobertura de la Ronda de Dalt fue el proyecto más votado en el gobierno de Trias. Por ello, al grupo dirigido por Ada Colau no le quedó más remedio que comprometerse a iniciar las obras, algo que llevan reivindicando 30 años los vecinos de Horta.