Patrimonio

Barcelona destinará 250.000 euros para restaurar la capilla de Pedralbes

El Ayuntamiento aportará una ayuda generada con la tasa turística para finalizar las obras

Un visitante contempla las pinturas medievales en la capilla de Sant Miquel del monasterio de Pedralbes
Un visitante contempla las pinturas medievales en la capilla de Sant Miquel del monasterio de Pedralbeslarazon

El Ayuntamiento aportará una ayuda generada con la tasa turística para finalizar las obras.

Una aportación de 250.000 euros permitirá finalizar los trabajos de estudio y restauración de la capilla de Sant Miquel en el Monasterio de Pedralbes de Barcelona, con pinturas murales atribuidas a Ferrer Bassa, según anunció ayer el teniente de alcalde de Cultura, Jaume Collboni.

A partir de 2017, comenzará esta segunda fase de los trabajos de restauración de los murales de la capilla de Sant Miquel gracias a la aportación de 250.000 euros proveniente de la tasa del impuesto sobre estancias en establecimientos turísticos (IEET), que el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido destinar a estas obras en el monasterio, que se iniciaron en 2005.

Ésta es una obra artística de primera magnitud, contemporánea y equiparable a las realizaciones de algunos de los grandes pintores del Trescientos italiano, como Giotto, Taddeo Gaddi, Duccio de Buonisegna o los hermanos Lorenzetti. Estas pinturas murales son, según Collboni, «un referente mundial de la pintura medieval europea»; y es una obra innovadora porque introduce, por primera vez en la península ibérica, la nueva forma de representación plástica que nace en Italia alrededor del 1300 con Giotto y sus seguidores. Una nueva forma de representación en la que destaca el humanismo y también el espíritu franciscano.

Contrato de 1346

El ciclo pictórico se atribuye al taller de Ferrer Bassa, en base al contrato original de 1346, a pesar de que algunos estudiosos ponen en entredicho que fuera realmente el artífice; y se conserva casi completo e intacto a pesar de que hayan transcurrido cerca de 700 años desde su ejecución.

Las pinturas murales de la capilla son, según los expertos, «un caso excepcional de ciclo pictórico conservado completo, hecho que lo convierte en una pieza única: pintura y arquitectura se complementan y conforman una gran obra artística con un total de 100 metros cuadrados decorados: 75 de pintura mural y 25 de techo pintado». El Real Monasterio de Santa Maria de Pedralbes abrió la capilla de Sant Miquel al público en marzo de 2005 después del proceso de restauración del plafón central del conjunto pictórico, que se había iniciado en 2013.

La primera fase de los trabajos permitió resolver los problemas de conservación de la estructura interna de las pinturas para asegurar la adhesión de la pintura al muro y dar mayor solidez al conjunto.

Los problemas localizados en las capas internas obligaron a invertir todos los esfuerzos en este aspecto en detrimento del tratamiento de mejora externa, que no se pudo completar.

El coste total de la primera fase de trabajos fue de 175.000 euros, de los cuales 30.875 se financiaron a través de una campaña de micromecenazgo con la plataforma Verkami que se llevó a cabo en 2013 desde el Monasterio, en la que participaron 224 mecenas.

A partir de 2017, ha anunciado Collboni, se iniciarán los trabajos previstos en la segunda parte del proyecto que, siguiendo el esquema de trabajo llevado a cabo en la primera fase, y con una duración prevista de doce meses, se centrarán en finalizar la limpieza y restitución de las pinturas murales de las dos paredes laterales.