Cataluña

Barcelona, incomunicada

Los manifestantes cortan 54 tramos de carretera para colapsar los extremos de la AP-7 y la NII, además de los accesos a la capital catalana. Los piquetes ocupan las estaciones de tren de Sants y Girona impidiendo la circulación del AVE

Renfe tuvo que suspender la circulación de los trenes de alta velocidad por la presencia de manifestantes en las vías
Renfe tuvo que suspender la circulación de los trenes de alta velocidad por la presencia de manifestantes en las víaslarazon

Las sospechas de hartazgo en el independentismo comenzaron a cobrar forma ayer en la huelga general. Siguen haciendo mucho ruido, sin duda, pero las señales son cada vez mayores y, salvo los exabruptos del president cesado desde la Generalitat, Carles Puigdemont, el resto de fuerzas soberanistas, como ERC, se baten discretamente en retirada.

Las sospechas de hartazgo en el independentismo comenzaron a cobrar forma ayer en la huelga general. Siguen haciendo mucho ruido, sin duda, pero las señales son cada vez mayores y, salvo los exabruptos del president cesado desde la Generalitat, Carles Puigdemont, el resto de fuerzas soberanistas, como ERC, se baten discretamente en retirada. La huelga general de ayer dio buena cuenta de ello. Más aún si se compara con el «paro de país» del pasado 3 de octubre, justo después de la detención de los «jordis». Así, Barcelona vivió ayer una doble realidad. En el interior de la ciudad poco o nada se diferenciaba la jornada de un día laborable cualquiera. Los comercios abrieron y el transporte público funcionaba casi en su totalidad. En el exterior, sin embargo, la capital catalana estaba poco menos que incomunicada. Los manifestantes cortaron carreteras, vías e incluso el AVE tanto en Sants como en Gerona e incluso amenazaban con quedarse a dormir en las vías del tren.

A lo largo del día, los cortes viarios, una treintena, en los alrededores de Barcelona fueron desapareciendo. Aunque a primera hora de la mañana, entrar o salir de la ciudad fue prácticamente imposible. No así los extremos de la NII y la AP-7, en el Ebro y en el Empordà, que desde primera hora de la mañana y hasta las ocho de la tarde fueron ocupados por manifestantes que dejaban circular intermitentemente a los vehículos. Hasta que, finalmente, los antidisturbios de los Mossos actuaron para disolver la manifestación sin demasiados inconvenientes. Según el Servicio Catalán de Tráfico, los piquetes cortaron 54 tramos de carretera en toda Cataluña, 20 de ellos en Barcelona.

Sobre las ocho de la mañana se produjo una enorme invasión en la estación del AVE de Girona para cortar la circulación de trenes. Por la tarde, le llegó el turno de Barcelona, cuando un grupo de estudiantes bloqueó las vías de la estación de Sants, impidiendo que ningún tren de las líneas R1, R3 y R4 de Cercanías ni del AVE pudiera entrar o salir de la estación. Y ahí permanecieron amenazando con quedarse a dormir en las vías sin que la policía hiciera nada por evitarlo.

Renfe no tuvo más remedio que suspender el servicio ferroviario hasta hoy en la estación de Sants mientras pedía a los manifestantes, cerca de 400 personas, que abandonasen el recinto. Según la operadora ferroviaria, más de 10.000 viajeros se vieron afectados por los piquetes. Como forma de protesta, colocaron una pancarta con el número «155» tachado n la cabecera de uno de los trenes AVE que ayer tenía que abandonar la estación. Al final, los manifestantes decidieron abandonar la estación a las 21.15 horas, cuando estaba previsto que partiese el último tren de alta velocidad, pese a que Renfe ya había suspendido el servicio. La protesta se mantuvo en el vestíbulo de la estación ante la atenta mirada de los Mossos.

Manifestación

Mientras, a mediodía, unas 8.000 personas se concentraban en la plaza de Sant Jaume para protestar contra el encarcelamiento de «presos políticos» y para pedir el retorno del «gobierno en el exilio» de la Generalitat, muchas menos que en cualquier otra movilización de este tipo. Por la tarde, en una segunda manifestación, se repitió la escena aunque esta vez con 25.000 manifestantes. De hecho, las patronales, Fomento del Trabajo y Pimec, situaron el seguimiento de la huelga en poco más del 4,3%. «Los únicos ámbitos de incidencia de la huelga han estado condicionados por actos coercitivos en términos de cortes de carretera y otros», señalaron desde Fomento.

En la misma línea se pronunció el secretario general del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver, encargado de gestionar la conselleria de Interior, quien aseguró que el seguimiento de la huelga se situó en niveles «residuales» excepto en la educación, con un 31,5%. No en vano, en este sector el «paro de país» contaba con el respaldo del sindicato mayoritario, Ustec. Puigserver apuntó también que no ha hubo incidentes graves, pero que los Mossos tuvieron que emplear «la fuerza mínima indispensable» para retirar personas que ejercían resistencia pasiva en algunas concentraciones. El consumo de energía, añadió, «es un 1% superior al consumo de una jornada sin huelga».