Literatura

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Cabré se hace oscuro

El escritor presenta su nuevo libro «Quan arriba la penombra», una colección de relatos con la muerte como telón de fondo.

El escritor Jaume Cabré, ayer, durante la presentación de su último trabajo
El escritor Jaume Cabré, ayer, durante la presentación de su último trabajolarazon

El escritor presenta su nuevo libro «Quan arriba la penombra», una colección de relatos con la muerte como telón de fondo.

Jaume Cabré ha vuelto y eso ya es una buena noticia. Lo hace cuando todavía resuenan los ecos del extraordinario éxito que tuvo su novela «Jo confesso», aparecida en 2011. Su nuevo trabajo, «Quan arriba la penombra» –publicada en catalán por Proa y en castellano por Destino– es una recopilación de 13 cuentos escritos por el autor entre 2012 y 2016, todos ellos con la muerte merodeando por sus alrededores, una muerte que no tiene nada de accidental en estos relatos.

El autor, que presentó ayer su obra en el Ateneu Barcelonès, aseguró que en este libro «he tratado cada cuento por él mismo hasta que veo que ha llegado el momento de confrontar uno con otro». En este proceso de trabajo incluso ha quitado algunos relatos «que en un principio tenían su espacio en el conjunto. Me he sentido como un entrenador de fútbol que saca y hace entrar a jugadores en el campo. Los supervivientes de este orden son este libro que podría haber sido más grueso, pero finalmente son los cuentos que son».

En su encuentro con la Prensa, donde Cabré contestó en muchas ocasiones de manera escueta, el escritor reconoció que en las historias de «Quan arriba la penombra»hay «un tono que no sé si es de género negro o gris». Eso Es lo que hace que el título aluda a esa oscuridad en la que se están ilustrando las actitudes humanas más crueles.

Preguntado sobre qué hace que una historia se convierta en un cuento o en una novela, el autor de «Les veus del Pamano» o «Senyoria» matizó que «hay veces que compruebas que el arranque o la atmósfera crea al personaje, algo que me interesa mucho. A veces es una frase o una situación la que te invita a preguntarte que hay detrás de todo eso. A veces piensas que tienes una historia que solamente dará para 20 páginas, pero entonces un personaje puede remitirte a otro. Es a medida que escribes cuando tomas todas estas decisiones. Es algo misterioso, pero funciona».

Al inicio del acto, el editor de Cabré, Josep Lluch, explicaba que si bien en «Jo confesso» el escritor realizaba «un intento de comprensión del mal, en “Quan arriba la penombra” se concentra en la muerte violenta, con el azar macabro en algunos momentos». Lluch incluso apuntaba que Cabré realiza en alguno de estos cuentos algún guiño a «Jo confesso», algo que el narrador quiso puntualizar. «Aquella fue una novela que supuso ocho años de trabajo. Seguramente hay cosas de aquella atmósfera que todavía dura», concretó para añadir que «no escribo para pontificar sobre lo que es bueno o malo».

Cabré siempre cuida todos los detalles de sus libros, incluso las portadas. En esta ocasión es un fragmento de «Retrato de un hombre», una pintura del artista renacentista Antonello da Messina. La contundente mirada del personaje de Messina parece interrogar al lector. El escritor reconoció que la portada, una sugerencia de la editorial, «me ha costado mucho digerirla. Cuando la veo me pregunto que dónde voy con esto, pero hay en ella esa mirada que te interpela. El microdetalle de Antonello da Messina tiene una fuerza brutal. Por eso en las traducciones que se hagan queremos pedir que se acepte la portada escogida por Proa».

Melómano confeso, Cabré aseguró que si tuviera que buscar una música para sus relatos esta sería de Wagner, Mahler, Schubert y Brahms.