Comín echa a la Clínica del Vallès de la red pública y traslada a 32 empleados

El Parc Taulí asume parte de la actividad y la plantilla se queja del aumento de las listas de espera.

Cuando Toni Comín asumió la cartera de Salud agradeció a su predecesor en el cargo, Boi Ruiz, la labor realizada pero decidió dar un golpe de timón a sus políticas. Anunció que el objetivo prioritario de la conselleria en esta legislatura sería la «desprivatización» de todo el sistema sanitario catalán y apuntó tres objetivos: la Clínica del Vallès, el Hospital General de Cataluña y el Sagrat Cor. Con estos tres centros, gestionados por la empresa privada IDC Quirón Salud, la conselleria mantenía un contrato para que asumirán parte de la actividad sanitaria y evitar, así, el colapso en los hospitales públicos. Pero Comín optó por rescindirlos para «devolver su esencia al modelo SISCAT (sistema sanitario integral de utilización pública».

Ocho meses después del anunció, Comín anunció ayer que ha concluido la primera fase de la prometida desprivatización. Ya no se derivan pacientes a la Clínica del Vallès y esa actividad la asumen ahora dos hospitales públicos, el Parc Taulí de Sabadell y el Consorci Sanitario de Terrassa. Con la reducción de la actividad en la clínica del Vallès sobrevoló la sombra de un ERE sobre la plantilla pero Comín anunció que ningún trabajador fijo sería despedido, no así los temporales.

Ayer el conseller informó que finalmente 32 empleados de este centro –en un inició se anunció que 65– han ido a parar al Parc Taulí y a al consorcio de Terrassa . Comín defendió que el traslado de actividad a estos dos centros públicos ha supuesto un ahorro que ha permitido «abrir nuevas camas y quirófanos e que antes no se utilizaban». En concreto, se ha abierto una unidad de pacientes crónicos en el Parc Taulí con 24 camas y 15 sesiones adicionales de quirófano. En Terrassa, se han reabierto 20 camas que permanecían cerradas y ocho nuevas sesiones de quirófano.

Sin embargo, fuentes internas del Hospital Taulí se quejan de que el conseller ha camuflado los efectos de la desprivatización y que no puden asumir toda la nueva actividad, por lo que han aumentado las listas de espera para las operaciones, según recogió Crónica Global.

El siguiente capítulo será la rescisión del concierto con el Hospital General de Cataluña (HGC). El contrato con este hospital (de 13,5 millones de euros) expira el 31 de diciembre y el responsable de Salud avisó que no volverá a renovarse. Eso sí, advirtió que en esta ocasión el proceso será más largo porque el HGC asume una actividad más compleja, como es la hemodinámica y la radioterapia. El proceso de desprivatización culminará, dijo Comín, con la expulsión de la red sanitaria pública del Hospital Sagrat Cor, aunque «habrá que pensarlo, discutirlo y prepararlo de forma muy sólida ya que tiene un contrato de características diferentes», aseveró.