Caso Palau

«Compraba lingotes de oro y tabaco para Millet»

El ex tesorero y el ex contable admiten que se desentendieron de las cuentas del Palau

En la imagen, el principal acusado del caso Palau, Fèlix Millet, saliendo ayer de la Ciudad Judicial
En la imagen, el principal acusado del caso Palau, Fèlix Millet, saliendo ayer de la Ciudad Judiciallarazon

El ex tesorero y el ex contable admiten que se desentendieron de las cuentas del Palau.

En la Ciudad Judicial se inició ayer la quinta semana del juicio del caso Palau, que está previsto que se alargue hasta junio. En las últimas sesiones, y también en las próximas, están declarando diversos testigos, tanto empresarios como empleados de la entidad. Hubo diversas declaraciones de interés.

Por ejemplo, la de uno de los ex conserjes del Palau, Xavier Espanyol, quien reveló que era «frecuente», por orden de la secretaria del principal acusado, el ex presidente de la entidad, Fèlix Millet, fuera a cobrar talones con cantidades de entre 50.000 y 100.000 euros, y admitió que se encargaba de hacer compras para el mismo inculpado, desde lingotes por valor de 24.000 euros hasta películas, tabaco o perfumes.

Pero hubo más. El ex tesorero del Orfeó Català –una de las tres entidades que conforman el Palau de la Música– Pau Duran, reconoció que, tanto él como el ex contable en esos mismos años, Manuel Bertrand, reconocieron que se desentienderon del control de la gestión económica de esta parte del organismo.

Duran señaló que «no hice el trabajo, no lo hice bien». Bertrand, por su parte, añadió que que tampoco llevaba la gestión. «Nos reuníamos una vez al año. Estábámos yo, el tesorero, que tampoco hacia nada, y Millet y Jordi Montull», dijo. Este último es el otro principal acusado en el confeso expolio millonario de las cuentas del Palau. El juez pide 27 años de cárcel para ambos, aunque podría existir un pacto entre Montull y la Fiscalía para rebajar de 26 a dos la petición de prisión para su hija, la ex directora financiera en esa época, Gemma Montull.

Volviendo a Duran, explicó que su función era asistir a una comisión económica de la Associació Orfeó, que se celebraba una vez al año, y a la que asistían Millet y Bertrand, entre otros cargos. «No ejercía realmente de tesorero. Me limitaba a aprobar las cuentas», añadió, sobre unas citas en las que dijo que les explicaban el presupuesto para el Orfeó, de unos 900.000 euros, que, comparado con los millones que movían las otras partes, el Consorci y la Fundació, «era una cifra pequeña».

Añadió que el puesto de tesorero tenía que «ocuparlo alguien porque así lo ponían los estatutos» y, según dijo, Millet pensó en él por ser lo «suficientemente ingenuo” para engañarlo». «Económicamente nunca tuvimos sospechas de que eso iba mal, porque parecía que iba bien. Por raro que parezca, nunca sospeché nada. De hecho, me costó creerlo», aseguró.

También fue importante la declaración del que fue director de la oficina central de Catalunya Caixa de 1990 a 2009, Manuel Monroig, que aseguró pagaron cheques en ventanilla de hasta 120.000 euos emitidos por el Palau, sin identificar al portador, y sin que sus responsables avisaran al Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (Sepblac) de ninguna operación sospechosa.

Preguntado por estas declaraciones, explicó entonces que «seguro que sí se identificaba. Me cuesta creer que no se identificara a la persona que iba a cobrar». Añadió que su relación con Millet «era profesional».