Elecciones catalanas

El alcalde del PSC dimitido se pasa al PP e irá al 21-D de dos por Lérida

El primer edil de Gimenells rompió con los socialistas tras su acuerdo con Units per Avançar

En la imagen, el líder del PSC, Miquel Iceta, y el líder de Units per Avançar, Oriol Molins
En la imagen, el líder del PSC, Miquel Iceta, y el líder de Units per Avançar, Oriol Molinslarazon

La alianza que sellaron el PSC y la formación heredera de Unió, Units per Avançar, empezó a cosechar críticas desde el primer minuto, que han llegado desde el ámbito interno como externo.

La alianza que sellaron el PSC y la formación heredera de Unió, Units per Avançar, empezó a cosechar críticas desde el primer minuto, que han llegado desde el ámbito interno como externo. El caso más notorio, a nivel orgánico, fue el del alcalde de Gimenells i el Pla de la Font (Lleida), Dante Pérez, que abandonó el partido por el pacto entre socialistas y democristianos, y ayer accedió a la oferta que le puso encima de la mesa el PP de ir como número dos en la lista por Lleida a las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, por detrás de Marisa Xandri. El líder del PP, Xavier García Albiol, se mostró «orgulloso» por esta incorporación, y expresó también sus recelos sobre hipotéticos pactos posteriores a los comicios con el PSC por este acercamiento a los nacionalistas.

También a nivel interno, el ex ministro Josep Borrell reconoció que la operación «tiene su riesgo», aunque quiso subrayar la intención del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, de «ampliar el espectro central que quiere representar» el partido. Para Borrel es una maniobra que permitirá recuperar un voto que «se quedó sin representación», recordando los 100.000 votos que obtuvo Unió en las últimas elecciones generales. Y desde fuera, también se han afanado por buscar rédito en la jugada. Los «comunes» fueron los primeros en atizar el miércoles acusando al PSC de «derechización» y ayer el PDeCAT arremetió por el mismo lado. El portavoz de los neoconvergentes en el Senado, Josep Lluís Cleries, recordó que Unió era el «ala superderecha» en la federación de CiU. «Es un cóctel difícil de digerir», añadió y remarcó que los planteamientos ideológicos de Unió «quedan lejos de la socialdemocracia». Cleries también recordó que Ramon Espadaler, el único fichaje conocido hasta el momento, que irá como número tres por Barcelona, fue uno de los organizadores de la consulta del 9 de noviembre de 2014.

Por este flanco también atacaron C’s y Albiol. Los naranjas evocaron que Espadaler estuvo «en el barco» en el 9-N y reseñaron la «corrupción» de Unió como uno de los motivos por los que tuvo que liquidarse el partido. La líder, Inés Arrimadas, aprovechó también para rememorar algunas cosas del pasado del PSC, como el tripartito con ERC, aunque deseó que «no se vuelva a repetir».

Finalmente, Albiol desconfió del PSC para el escenario posterior a las elecciones, al considerar que la incorporación de Espadale supone «fichar a un independentista».