Vivienda

El despegue de la economía multiplica los problemas por el turismo y por la vivienda

Los barceloneses y el gobierno de Colau comparten preocupación por el alza del precio de los pisos. La satisfacción de vivir en Barcelona es de 7,8

El debate sobre el turismo sitúa este fenómeno como el principal problema de la ciudad por primera vez, se duplica en un año la preocupación
El debate sobre el turismo sitúa este fenómeno como el principal problema de la ciudad por primera vez, se duplica en un año la preocupaciónlarazon

Los barceloneses y el gobierno de Colau comparten preocupación por el alza del precio de los pisos. La satisfacción de vivir en Barcelona es de 7,8.

Desde agosto, noticias de calado no han dejado de sucederse en Barcelona a una velocidad que golpea emocionalmente hasta al ciudadano más desconectado de la actualidad. Del atentado en La Rambla, al vodevil político, que se enredó el 7 de septiembre cuando el Parlament aprobó las dos leyes para impulsar el referéndum ilegal del 1-O y se enredaría aún más con la sucesiva DUI y la aplicación del 155 que hace tambalear, incluso, el acuerdo entre Ada Colau y el PSC en el gobierno municipal. Antes del 17-A , el Ayuntamiento de Barcelona terminaba 6.000 entrevistas que se hicieron entre el 4 de abril y el 27 de junio para la encuesta anual de servicios municipales. Ya entonces, bajaban los barceloneses que se sienten más catalanes (del 41% al 38%) y subían los que se sienten más españoles (del 12,5% al 14,1%). Tras cocinar los datos, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, los presentó ayer y aunque no supo decir si cambiarían las respuestas tras el 17-A, explicó que los resultados exponen una tendencia que viene de lejos. Es más, afirmó que el gobierno ve los mismos problemas que los ciudadanos en Barcelona.

Por primera vez, el turismo es visto como el problema más grave que tiene la ciudad, se duplica en un año el porcentaje de personas que lo señalan, del 8,1 % al 15,6 %. Antes del 17-A, Colau se peleaba con Airbnb, que los ciudadanos miraban con recelo como presunta culpable de la escalada del precio de los alquileres.

Pese a consolidarse como el problema más gordo, hay barrios que no lo ven como propio. Vallvidrera-Les Planes, Sant Gervasi-Galvany o los Nou Barris ni lo mencionan cuando se les pregunta por los problemas de su barrio. Al Eixample, le preocupa el ruido; a Sarriá Sant Gervasi, los problemas de aparcamiento, a La Marina, que no llega el Metro, y a Ciutat Vella o Sants-Monjuïc la inseguridad y la limpieza, por ejemplo.

Pero cuando se sube un escalón, el paro y las condiciones laborales (8,6) ocupa la segunda posición del ránking de problemas dela ciudad. Y la circulación y el tráfico (7,3 %), la tercera. Ambos pierden peso respecto al año anterior. La mejora de la economía se traduce en datos como que a nivel personal, las condiciones laborales siguen siendo el principal dolor de cabeza de los barceloneses, aunque bajan diez puntos respecto a la encuesta de hace un año. Este cambio de tendencia económica, aflora un problema que estaba en letargo: el acceso a la vivienda. Pasa a ser el cuatro problema de la ciudad, sube cuatro puntos del 1, 7 % al 6,7 %. La vivienda preocupa sobre manera al gobierno de Colau. Pisarello admite que «Barcelona tiene una deuda histórica con la vivienda social». Y destaca que lo que Barcelona sufre una escalada de precios similar a 2002 y 2003, antes de explotar la burbuja inmobiliaria.

El encaje de Cataluña en España es el problema más grave de Cataluña y el de España, la corrupción.