El Govern liga el futuro de El Prat a la inversión en Reus y Gerona

Dejando aparte el asunto de la huelga de algunos empleados del Prat, el conseller de Territorio se quejó ayer de la «pasividad» de Aena en la gestión de la instalación.

Dejando aparte el asunto de la huelga de algunos empleados del aeropuerto del Prat, el conseller de Territorio, Josep Rull, se quejó ayer de la «pasividad» de Aena en la gestión de la instalación, en una especie de análisis de su organización. Tras denunciar que «habrá poca inversión de aquí al 2012», apostó por implementar medidas operativas, más inversión en terminales y, sobre todo, más capacidad de asumir vuelos en las pistas de los aeropuertos de Gerona y Reus, con el objetivo de que funcionen como la cuarta pista del Prat. Se tendría que mejorar la conexión ferroviaria con Barcelona.

Según datos de la Generalitat, El Prat cerrará 2017 con casi 48 millones de pasajeros anuales, lo que significa el 87 por ciento de su capacidad, y Rull insistió en que no hay inversiones previstas, más allá de la ampliación del dique sud de la T–1. En un marcado tono independentista, el conseller señaló que «Aena –que depende del Gobierno– es un freno muy considerable a la capacidad de expansión en condiciones del aeropuerto», dijo tras presentar un informe de valoración de la gestión del Prat, después de la reunión del Consell Executiu.

Muy crítico con Aena, Rull consideró que «el modelo centralizado de Aena limita de manera muy considerable las posibilidades del aeropuerto, es un ente ineficaz y pasivo a la hora de afrontar retos». No obstante, cabe recordar que fue el Ministerio de Interior quien ha enviado este verano al Prat a la Guardia Civil por los controles de seguridad, debido a las huelgas de los empleados de Eulen, y que Aena destinó el año pasado 157 millones para el aeropuerto.

Rull siguió criticando a Aena con el argumento de la polémica huelga de Eulen. Puso como ejemplo el «colapso registrado en el sistema de pasaportes», y también las huelgas de los citados empleados, que provocaron colas en los controles de seguridad este verano, lo que para el conseller significó que la gestión del ente público «fue lenta y no asumió las responsabilidades que le tocaban».

Siguiendo con sus ataques a Aena, Rull dijo que hay «error o falta de previsión de Aena al prever que El Prat cierre este año con 48 millones de pasajeros anuales, alcanzando el 87 por ciento de su capacidad sin ninguna inversión –pese a la cifra antes citada– ni alternativa de gestión prevista para los próximos cuatro años». Asimismo, fue más allá, e incluso aseguró que el aeropuerto barcelonés aporta el 55 por ciento del beneficio de Aena, y «en cambio recibe el 7 por ciento de la inversión aeroportuaria del Estado». Una cifra discutible, teniendo en cuenta que Barajas tiene un mayor volumen de pasajeros.

Ante estas perspectivas, Rull dijo que la Generalitat «no sólo hace de notario, sino que toma la iniciativa» con la redacción de un plan estratégico de la aviación en Cataluña en el horizonte de 2030, en el marco de una Cataluña «con plena capacidad para decidir por ella misma» a partir del próximo día 1 de octubre. Volviendo a las pistas de Girona y Reus, dijo que así El Prat se descongestionaría de operaciones de bajo coste, que se trasladarían a los otros dos aeródromos, con «una conexión ferroviaria solvente».