Teatro

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El gran maldito, Antonin Artaud

Jordi Coca adapta la conferencia «El teatro y la peste» del genio francés en un espectáculo interpretado por la actriz Esther Bové en el Teatre Akadèmia

Esther Bové convierte su cuerpo en el eje principal de la acción, haciéndole sufrir todo tipo de vejaciones a partir de una cena que no llegará a celebrarse nunca. La intensidad de su interpretación hace que la idea de la peste llegue de forma directa
Esther Bové convierte su cuerpo en el eje principal de la acción, haciéndole sufrir todo tipo de vejaciones a partir de una cena que no llegará a celebrarse nunca. La intensidad de su interpretación hace que la idea de la peste llegue de forma directalarazon

Jordi Coca adapta la conferencia «El teatro y la peste» del genio francés en un espectáculo interpretado por la actriz Esther Bové en el Teatre Akadèmia

En los célebres «Diarios» de Anaïs Nin, uno de los personajes más fascinantes que aparecen en los primeros volúmenes, los que llevan del 1933 al 39, es Antonin Artaud. La frívola bohemia se convierte en amiga, confesora y cómplice del atormentado artista, que en el fondo no quiere la simpática y condescendiente comprensión de Nin, sino su devoción y amor. Pero claro, por muy brillante que sea Artaud, es un miserable, encerrado en sus propios demonios, y ella sólo se deslumbra por los gallos empalmados, los psicoanalistas de voz grave y la vitalidad de Henry Miller. Para Nin, Artaud es una cucaracha, y hay que querer a la cucaracha, pero tampoco tanto. Eso sí, ella estará presente en la célebre conferencia «El teatro y la peste», punto de inflexión del teatro moderno e inspiración, entre otros, de la novela «La peste» de Albert Camus. En él, el actor, poeta y teórico compara la trasformación del espectador con el teatro con la metamorfosis del cuerpo por la peste. Artaud grita por un teatro que rompa convenciones, obligue a bucear en los nervios, romperlos y liberar, eso, el grito de placer, de auxilio, de redención, de libertad.

Más de 80 años después, un valiente Jordi Coca, inspirado por Palau i Fabra, que llegó a conocer a Artaud y visitarlo en su manicomio, convierte por primera vez ese texto en un espectáculo teatral propio. «No queríamos caer en los tópicos, ni encerrarnos en la imagen última de Artaud y su personaje exagerado y maldito, que roba el protagonismo a sus importantísimos textos. Por eso decidimos que el protagonista sería una joven actriz, así los paralelismos se romperían y el espectador podría entender mejor el corazón del texto artaudiano», señaló ayer Coca.

El Teatre Akademia, dentro del Festival Grec, ofrece del 9 al 26 de julio «El teatre i la peste», en el que la actriz Esther Bové se pone en la piel de Artaud. El montaje escenifica una misteriosa cena en la que Bové empezará como una mujer elegante y cultivada y que, a través de la dureza de las palabras de Artaud, irá sufriendo una transformación completa. «A medida que Esther recita los textos de la conferencia, las acciones que realiza parecen responder a esas palabras. Creo sinceramente que si quitásemos las palabras del texto, la obra se entendería igual, pero que si sólo nos quedásemos con el texto, sólo sería una conferencia más», aseguró Coca.

Durante ocho semanas, Coca y Bové han ensayado codo con codo, con la confianza mutua para intentar llegar lo más lejos posible. El monólogo de hora y media seguro que haría las delicias del mismísimo Antonin Artaud, o quizá no, que era un tipo muy esquivo, absorbido en sí mismo, y paranoide. En todo caso, el autor de «Pesanervios» regresa al teatro y eso siempre es una buena idea.