Cataluña

El PDeCAT retira una moción para negociar el referéndum

El Govern protesta porque el Congreso no ha dado respuesta a la carta de Puigdemont en la que solicita comparecer

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante la reunión semanal del Govern
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante la reunión semanal del Governlarazon

Aunque el Govern de Carles Puigdemont mantiene de cara a la galería su disposición a negociar el referéndum con el Gobierno de Mariano Rajoy, la realidad parlamentaria desmiente este ofrecimiento.

Aunque el Govern de Carles Puigdemont mantiene de cara a la galería su disposición a negociar el referéndum con el Gobierno de Mariano Rajoy, la realidad parlamentaria desmiente este ofrecimiento. El PDeCAT registró hace varias semanas una moción en el Congreso en la que instaba a pactar la celebración de «un referéndum de autodeterminación» en Cataluña, pero el grupo soberanista optó ayer por modificar esta redacción e instó directamente a asumir la convoctaoria de la votación anunciada por Puigdemont para el próximo 1 de octubre.

La moción modificada emplaza ahora al Gobierno a «respetar la decisión adoptada por el presidente de la Generalitat para que los catalanes decidan sobre el futuro político, en cumplimiento del mandato surgido de las urnas y después de reiteradas llamadas al acuerdo».

La carta que no llega

En este nuevo contexto, el Govern espera respuesta a otra petición, la formulada por Puigdemont el pasado viernes para acudir al Congreso a debatir su iniciativa autodeterminista. Lo chocante es que el Govern asegura que envió esta solicitud por correo convencional y también por correo electrónico, pero fuentes de la presidencia del Congreso aseguraron a Efe que no ha recibido ninguna carta.

«Que revisen la bandeja de entrada», ironizó la portavoz de la Generalitat, Neus Munté. Se refirió, además, a la respuesta dada por el Gobierno el mismo viernes a pesar de que la solicitud iba dirigida a la presidenta del Congreso, Ana Pastor. «Es una curiosa manera de separar los poderes», añadió. El portavoz del PDeCAT en el Congreso, Carles Campuzano, también tiró de ironía. «En España hay un problema gravísimo de correos. Ya sucedió con el comunicado del Tribunal Supremo sobre la sentencia de Francesc Homs que parecía que la carta llegaba a caballo desde 500 metros», dijo. Y añadió, en la misma línea expresada por la portavoz de la Generalitat: «En términos políticos lo que no deja de ser sorprendente es que el Gobierno español reaccionase ese mismo día en un comunicado y la presidenta del Congreso no ha dicho ni mu, cuando creo que en España hay separación de poderes y a quien se dirige Puigdemont es a la señora Pastor».

Como es habitual en este asunto, el Govern obtuvo el respaldo del portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, que subrayó que la presidenta del Congreso debería hallar «acomodo» para que Puigdemont pueda dar intervenir en la Cámara baja. «Debería hacerse este ejercicio de diálogo, de explicarse y de escuchar», dijo Domènech.

El presidente de la Generalitat, no obstante, no está dispuesto a someterse a ningún tipo de votación para evitar que se proyecte la inevitable comparación con el antiguo lehendakari Juan José Ibarretxe, cuyos planes se estrellaron en el Congreso.