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El TNC usa la crisis de Pujol para hacer un «retablo de la catalanidad»

La obra analiza cómo la confesión del ex presidente cae en una familia convergente.

Mercè Aranega contempla a Jordi Pujol en un momento de la obra que llega al TNC.
Mercè Aranega contempla a Jordi Pujol en un momento de la obra que llega al TNC.larazon

La obra analiza cómo la confesión del ex presidente cae en una familia convergente.

El Teatre Nacional de Catalunya (TNC) de Barcelona recrea desde este jueves hasta el domingo 7 de mayo los efectos que produce la confesión del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol en una familia convergente para hacer un «retablo de la catalanidad» en la obra «A tots els que heu vingut», según anunció ayer el autor y director de la obra, Marc Rosich, en rueda de Prensa.

La acción empieza concretamente en el 25 de julio de 2014, el mismo día en que Jordi Pujol envió una carta confesando que tenía dinero en el extranjero, un hecho que produce un profundo «cataclismo» en la familia de Magda Casals de Clarà (Mercè Arnega), quien acaba de perder a su marido –vendedor de ejemplares de la Enciclopèdia Catalana– y usa las canciones de Núria Feliu como bálsamo. «Magda es la quintaesencia de las yayas convergentes de derechas que habían tenido una fe ciega en el padre de todos, y de repente su mito se cae», describió Artigau.

Esta caída se ve acentuada por las circunstancias familiares: «La profesión del padre significa que la familia se había dedicado a vender patria. Después de infidelidades y traiciones, eso era lo único que los unía, y ahora incluso esto se rompe», explicó el dramaturgo.

Tragicomedia

Rosich considera que no es una obra política, sino una tragicomedia o melodrama con puntos de esperpento que quiere hacer un «retablo de la catalanidad», centrando la atención en la familia arquetípica de la burguesía del Eixample barcelonés.

«A partir de las mentiras, las ilusiones y las miserias enseñamos el alma catalana. La ironía es un punto de partida para reflexionar qué nos ha pasado a toda la sociedad en general», afirmó el autor.

El personaje de Magda entra, según Arnega, en una «locura progresiva, llegando a puntos de gamberrismo, y se atreve a hacer y decir todo lo que no se atrevía antes, lo que hace plantearse si no hubiera sido mejor que lo hubiera sacado todo antes», reflexionó la actriz.

Esta locura la lleva a traer hasta dentro de casa a un vagabundo con un carro de supermercado incluido, interpretado por Rafa Ayala, que tiene la «oportunidad de ver desde dentro una caída que ya había previsto», dijo Ayala. En una primera versión había personajes que se adscribían a otros partidos políticos, pero lo han eliminado: «Prefiero la ambigüedad de que el espectador no tenga claro si este personaje es de la CUP, de ERC o socialista», aseguró Rosich.

El resto de personajes viven con asombro la situación: la hermana –interpretada por Lurdes Barba–, las hijas –Montse Esteve y Àurea Màrquez– y la nieta –que interpreta Mireia Pàmies–, esta última símbolo de una generación «perdida, demasiado ingenua, que sigue viviendo a costa de la abuela», describió Pàmies.

Las canciones de Núria Feliu están presentes a lo largo de la obra, con música que toma como punto de referencia acordes de sus canciones, y la escenografía quiere reflejar la idea de retablo mediante un pasillo a través del que se ven todas las habitaciones y que los personajes recorren en todo momento, por tratarse de uno de los pisos del barcelonés barrio del Eixample que están partidos entre la parte de delante y la parte de detrás.