Cataluña

ERC obliga a Mas a redoblar la tensión con el Gobierno

Exige al president que culpe a Rajoy de los recortes como condición para aprobar los presupuestos

Marta Rovira y Oriol Junqueras en el consejo nacional del partido
Marta Rovira y Oriol Junqueras en el consejo nacional del partidolarazon

BARCELONA- Cuando ERC fraguaba su pacto de legislatura con CiU sabía que la vía soberanista no iba a ser el principal problema entre ambos. La fórmula que utilizaron para cerrar la convocatoria de un referéndum independentista era clave para los republicanos, que sabían que el primer escollo iba a venir de la mano de los presupuestos de este año, cuya aprobación tiene todos los visos de vivir una escenificación lenta aunque el pacto entre nacionalistas y republicanos sea sólido por el momento.

Apoyar unas cuentas restrictivas es difícil de digerir para el electorado de una formación de izquierdas que tendrá que soportar desde manifestaciones de funcionarios –la Generalitat ya ha aprobado rebajarles el equivalente a una paga extra–, y mucha indignación social por unos recortes «muy duros» en todos los sectores. En el pacto impusieron la creación (o recuperación) de unos impuestos con los que CiU no se siente cómoda –especialmente Unió– y ayer el presidente de la formación añadió otra condición a su socio.

La cantinela del expolio

Para compensar a sus beligerantes bases, Oriol Junqueras exigió a Artur Mas que explique «tantas veces como haga falta y tan bien como pueda» que los recortes que sufre Cataluña son culpa del Gobierno. El líder independentista quiere que suene hasta la saciedad la cantinela de que la culpa de todos los males catalanes es del Estado, que «expolia» a Cataluña y que la situación se agrava porque los impuestos que pagan sus ciudadanos se recogen en Madrid y la capacidad de endeudamiento se decide desde el Gobierno.

«Quien decide el tamaño, la cantidad y la extensión del presupuesto de Cataluña no es el gobierno de la Generalitat, que no puede emitir billetes, ni cobrar impuestos, ni endeudarse», aseguró el presidente de ERC en el consejo nacional del partido. Avisó de que esta situación provocará «consecuencias terribles», ya que «faltarán muchos recursos para muchas cosas que son muy importantes». En definitiva, ERC ponía en solfa a los suyos y les advertía de que los presupuestos van a sufrir unos recortes voraces. A la par, marcaba el camino con el que quiere protegerse del desgaste electoral que supone apoyar unas cuentas impopulares.

La legislatura ha comenzado con un marcado tono político que ha favorecido a ERC, como demuestra el ascenso que la formación tiene en las últimas encuestas del CIS y el CEO, pero los recortes pueden revertir la situación. La manera en que modele el discurso será clave. Para Junqueras, la Generalitat ha permitido de forma «inexplicable» que la percepción social sea que es el gobierno catalán es el que determina el presupuesto, lo que considera que no es verdad, además de que hay que remarcar que el Gobierno «no paga lo que debe». Por eso, es necesario endurecer el mensaje y, por qué no, decir que no habría recortes en la función pública si se dispusiera del presupuesto de tan sólo 15 días del Ministerio de Defensa.

El líder de ERC presumió de que puede que no haya acuerdo presupuestario, lo que sería bueno para su partido puesto que está en plena ascensión, pero «malo» para Cataluña.

CiU recogió rápidamente el guante que le ofreció su socio a la hora de pedirle una exigencia que, en la práctica, ya forma parte del discurso incluso del propio Govern. Para Oriol Pujol, la reducción del déficit al 0,7 por ciento es «inviable» y se comprometió a «combatir la asfixia económica y cultural» con que, en su opinión, el PP somete «sin contemplaciones» a Cataluña. «Hasta hoy hemos hecho un esfuerzo titánico, en dos años hemos rebajado dos puntos el déficit y ahora nos imponen un nuevo esfuerzo que no es viable», aseguró el secretario general de Convergència. Pujol añadió que el PP es «el partido del no al diálogo, del no a la comprensión de las necesidades de Cataluña, y cómplice y artífice del expolio fiscal».

«Grave irresponsabilidad»

El portavoz del PP, Enric Millo, respondió que es «una grave irresponsabilidad» la última petición de ERC a CiU. Millo quiso añadir que «ya está bien de engañar a los ciudadanos, que tienen derecho a saber qué hace el Govern con su dinero, con los cerca de 40.000 millones» con los que elabora sus cuentas anuales. El PP es partidario de que CiU pase la tijera por partidas como la acción exterior de la Generalitat o las subvenciones soberanistas.

Por su parte, ICV cuestionó que sus antiguos socios de ERC mantengan el pacto con Mas. «Con esta CiU no hay cambio posible por mucho que se escuden en que todo es culpa de Madrid. Hay una parte que es culpa de tener un Gobierno de derechas y es hora de que las formaciones de izquierdas no apoyemos a los gobiernos de derechas sino de que construyamos alternativas», aseguró el líder de ICV, Joan Herrera.