Gastronomía

Gozar de la cocina de producto ante unas vistas excepcionales

El Xalet de Montjuic apuesta por la gastronomía mediterránea elaborada a partir de una materia prima de calidad y proximidad.

La cocina prioriza la materia prima de calidad y de temporada para una cuidada presentación.
La cocina prioriza la materia prima de calidad y de temporada para una cuidada presentación.larazon

El Xalet de Montjuic apuesta por la gastronomía mediterránea elaborada a partir de una materia prima de calidad y proximidad.

Unas vistas excepcionales, un entorno único, una ambiente agradable, una atención exquisita son factores que pueden contribuir a hacer más atractivo un restaurante, sin embargo la base de todo es la cocina y la oferta culinaria. Y ejemplo de ello es el Xalet de Montjuic, un establecimiento ubicado en la montaña de la que toma su nombre, con una panorámica privilegiada de la ciudad, un servicio atento y un ambiente cuidado.

«Hacemos una cocina mediterránea basada en el producto, un producto de calidad que intentamos siempre que sea de proximidad», explica el chef Jordi Anglí, quien señala que ello condiciona la oferta y la elaboración de los platos. «Nos movemos mucho por el producto de mercado y, si bien la carta es muy estable, ofrecemos las sugerencias del día para poder incorporar esos productos del momento» explica el chef y apunta que «dado que damos tanto protagonismo a la materia prima, en la elaboración de los platos tratamos el producto de la forma más natural posible, sin disfrazarlo». Pese a ello, la cocina del Xalet de Montjuic también tiene su cara creativa, ya que es resultado de la creatividad, ingenio y singularidad de su chef, de manera que tiene ciertos toques personales, así como guiños a otras cocinas como la asiática o la marroquí, por ejemplo. Así pues, su oferta incluye recetas tradicionales como los guisantes o la dorada a la sal y otras más particulares e innovadoras tales como el tataki de atún o el salmón marinado con miso.

En este contexto, el restaurante, recomendado por la Guía Michelín durante los últimos seis años consecutivos, tiene fama además por sus platos elaborados a baja temperatura, como el cabrito o el meloso de ternera, platos por los que el chef se siente especialmente satisfecho. Pero además, este establecimiento cuenta con un menú ejecutivo que consta de tres primeros y tres segundos a elegir, más postre, el cual se reformula periódicamente en función del producto disponible y sirve de «banco de pruebas de la carta», comenta Jordi Anglí.

Pero el atractivo del Xalet de Montjuic no se limita a su oferta gastronómica, sino que además ésta se completa con «un trato amable, un entorno exclusivo y un ambiente que llama a un cierto romanticismo». «Es un plus de encanto añadido», señala su directora Elena Yefrenova. Y es que los tres espacios diferenciados de los que consta el establecimiento, los cuales se encuentran a distintos niveles, conquistan al comensal por las vistas panorámicas de Barcelona que se pueden apreciar desde todos ellos tanto en el salón Xalet, situado en el piso más elevado y en el que el comensal puede degustar los platos de la carta; como en la terraza mirador, abierta en los meses en los que la meteorología lo permite para ofrecer al cliente sus platos habituales o su servicio de bar por la tarde y a la que se accede bajando un piso; o bien en el salón giratorio, situado en la planta inferior y concebido para acoger eventos privados, cuya gran particularidad es su plataforma giratoria que completa una vuelta entera a la hora.

Pero las vistas no son el único nexo de unión entre los diferentes salones, cuya luz es especialmente tenue para permitir una visión nítida de la ciudad a través de sus cristales, ligeramente inclinados para evitar reflejos. Y es que todos ellos siguen además una misma línea decorativa, con mobiliario en tonos rojizos y burdeos, butacas y sofás de terciopelo y destaca especialmente el techo del salón Xalet, todo de madera, que data de los años 20, cuando la caseta del guardabosques.